Barack Obama (55 años) se ha propuesto desconectar de sus 8 años intensos al frente de la Casa Blanca y no ha encontrado mejor forma de hacerlo que viajando junto a su mujer hasta un paradisíaco destino, aunque eso le suponga un considerable desembolso.
Así, Barack y Michelle (53) subieron a un avión propiedad del multimillonario Richard Branson (66) y aterrizaron este lunes en las Islas Vírgenes Británicas, concretamente en Necker Island, una propiedad de 300.000 metros cuadrados que pertenece a dicho empresario y en la que se encuentra uno de los complejos más lujosos de toda la zona con unas privilegiadas vistas del mar.
Según informa The Virgin Islands Daily News, Obama y su esposa disfrutan estos días de los los deportes acuáticos, el spa, las lujosas azoteas y las exclusivas suites que posee la propiedad, en la que el aforo máximo es de tan sólo 34 personas y que se anuncia en Homeaway.
El módico precio de la habitación más lujosa de todas supera los 6.577 euros por noche. Ahora bien, cuenta con un jacuzzi privado, varias piscinas, terrazas y hasta una cocina que les permite disponer constantemente de bebidas y snacks. Sin olvidar la plantilla de casi 90 personas disponibles para atender todas las necesidades de los Obama y del resto de clientes que se alojen en la isla al mismo tiempo.
Por lo pronto, el matrimonio disfruta ya de todas las veleidades de su estancia. Según los ciudadanos locales, tanto Barack como Michelle se están mostrando de lo más amable y educado con el personal de la zona, tal y como se refleja en esta instantánea en la que el ex presidente y su mujer posan con los agentes de inmigración y el jefe de la policía local de las Islas Vírgenes Británicas.