El duro y oscuro pasado de las candidatas a los Oscar como mejor actriz
No todo han sido alegrías en las vidas de las cinco candidatas a alzarse con el premio por su magnífica interpretación en la gala de este año.
25 febrero, 2017 02:13Noticias relacionadas
Emma Stone (28 años), Natalie Portman (35), Meryl Streep (67), Isabelle Huppert (63) y Ruth Negga (35) tienen en común el hecho de haber conseguido una nominación a los Oscar 2017 en la categoría de mejor actriz principal. Un motivo de alegría para cinco mujeres que saben muy bien lo que es sufrir.
Y es que aunque los focos de Hollywood a veces crean una imagen de las celebrities de felicidad absoluta y eterna, lo cierto es que su pasado no ha estado exento de dolor. Aquí te contamos sus historias más duras, humanas y reales.
Emma Stone y sus problemas nerviosos
Con 14 años, la nominada al Oscar por La, La, Land presentó un PowerPoint a sus padres para convencerlos de que su destino era convertirse en una joven promesa en Hollywood. Un acto maduro y muy meditado por el que nadie diría que era una niña con problemas. Y bastante serios. "Sufrí ansiedad aguda desde los 8 a los 11 años. Aunque estaba en tratamiento, tenía ataques de pánico y algunos episodios de agorafobia. No podía estar alejada de mi madre", confesó en una entrevista para The Wall Street Journal.
Una situación que se mantuvo en el tiempo y que hacía la vida de Emma un auténtico calvario: "La primera vez que tuve un ataque de pánico estaba sentada en la casa de una amiga y pensé que se estaba quemando. Llamé a mi madre, me llevó a casa y durante los siguientes tres años la cosa no mejoró. Iba a la enfermería a la hora de la comida la mayoría de los días y retorcía mis manos. Le preguntaba a mi madre cómo iba a ser el día exactamente y luego se lo preguntaba de nuevo 30 segundos después. Simplemente necesitaba saber que nadie iba a morir y nada iba a cambiar".
Sin embargo, todo cambió cuando descubrió su pasión por la actuación: "No te puedes dar el lujo de pensar en un millón de cosas más, tienes que pensar en la tarea que viene a continuación".
Natalie Portman y sus antepasados judíos
Nacida en Jerusalén, las raíces israelíes de Natalie (nominada al Oscar este año por Jackie) siempre han tenido un fuerte impacto en quién es y en cómo vive la fama: "Amo Estados Unidos, pero mi corazón está en Israel". Aunque a los tres años se mudó con su familia a Washington, la triste historia familiar de su abuelo la marcó desde niña. "Sus padres (los bisabuelos de Natalie) murieron en el campo de concentración nazi de Auschwitz. Es algo que se queda para siempre en tu memoria", recordó en una entrevista para The Rolling Stone.
Además, la abuela de Natalie, nacida en Rumania, sirvió como espía para el Servicio de Inteligencia Británico durante la Segunda Guerra Mundial: "Tendrías que haberla visto. Era rubia y no parecía para nada judía. Recorrió Europa entera en busca de secretos".
Así pues, por las venas de Natalie corre la sangre de una tragedia que no es extraña a la de otras muchas personas. "Soy muy protectora cuando se trata de Israel, pero soy más protectora del ser humano que de mis propios deseos", sentencia.
Meryl Streep y la pérdida del primer amor
Ser una de las jóvenes promesas de Broadway y del cine americano, hacían de Meryl (nominada al Oscar este año por Florence Foster Jenkins) una mujer fuerte y poderosa. Sin embargo, todo cambió cuando, con 29 años, conoció al actor John Cazale. "Nunca superé su muerte. Fue realmente duro", afirmó hace años en una declaraciones off the record a Michael Schulman, quien años más tarde las publicaría en unas memorias no autorizadas llamadas Her Again.
Corría el año 1976 y Meryl y John se enamoraron locamente tras conocerse en la obra de teatro Measure for Measure. Él era 14 años mayor que la actriz y pronto se fueron a vivir juntos al loft de este en Nueva York. Eran la pareja del momento. Hasta que John cayó enfermo: "Le diagnosticaron un cáncer de garganta en estado terminal", narra Schulman. Una noticia que, lejos de hundir a Meryl, la lanzó a una búsqueda constante de trabajos artísticos bien remunerados (y a menudo de baja calidad) para pagar el costoso tratamiento de radioterapia de John. Esfuerzos que no tuvieron un resultado positivo ya que el 12 de marzo de 1978, el actor fallecía en un hospital de la Gran Manzana dejando a Meryl sumida en una tristeza infinita. "Solo los que los conocimos sabíamos cuánto se querían", confesó el actor Al Pacino (76), amigo por aquel entonces de la pareja.
Isabelle Huppert y su dudosa reputación
Altiva, prepotente, difícil… Son algunos de los adjetivos a los que, como profesional, ha tenido que enfrentarse la actriz francesa (nominada al Oscar este año por Elle) a lo largo de su carrera. ¿El motivo? La enemistad real que se fraguó entre ella e Isabelle Adjani (61) durante el rodaje de Las hermanas Brontë en 1979. Según cuenta los críticos cinematográficos de la época, Adjani no soportaba el éxito de Huppert porque, según pensaba ella, todo era fruto de su relación con el director de la Gaumont Film Company.
Por lo visto, tras el rodaje de esa cinta, ambas juraron no volver a trabajar juntas y durante todos estos años Huppert ha tenido que enfrentarse a las preguntas sobre si el motivo de esa enemistad era el de un hombre influyente. Isabelle Huppert, muy elegante por su parte, nunca ha querido entrar en polémicas.
Ruth Negga y el accidente mortal de su padre
"Conocimos la muerte de mi padre en un accidente de tráfico a través de una carta y una llamada de teléfono. Era 1988", confiesa la actriz (nominada al Oscar este año por su papel en Loving) en una reciente entrevista para la revista Vogue. Y es que enfrentarse a la pérdida de un padre a los 6 años no es nada fácil: "Yo vivía con mi madre en Irlanda desde los 3 años y estábamos esperando a que mi padre viniese desde Etiopía para mudarnos a Estados Unidos. Así que mi madre se recompuso y me crió en Dublín".
Unos años que sirvieron para que Ruth descubriese su pasión por la actuación y se preparara para una de las experiencias más importantes de su vida: "Cuando cumplí 18 años, viajé a Etiopía (donde nació) para visitar la tumba de mi padre. Fue muy duro, pero liberador al mismo tiempo".
Ahora, asegura que actuar le ha ayudado a enfrentarse a la pérdida de su padre y piensa dedicarle el premio si gana.