El que fuera una de las figuras del deporte más destacadas de Reino Unido, Rio Ferdinand, ha sumido en un mar de lágrimas a su país tras la emisión del documental en la BBC Ser padre y madre, en el que el futbolista ha relatado el drama que está viviendo desde que perdió a su mujer Rebecca Ellison, a causa de un brutal cáncer de mama en 2015. "Nadie está preparado para sufrir una pérdida así. Antes de irse, ella me dijo que sería un papá y una mamá estupenda para los niños. Yo nunca pensé que pasaría, pero ella se marchó diez semanas después de diagnosticarle el cáncer [...] Al principio bebía mucho por las noches después de acostar a los niños. Hasta que un día me desperté, y no era capaz de llevarles al colegio. Incluso tuve un accidente de coche. Y me di cuenta de que no podía seguir así. Sufrí ataques de pánico", explicó Ferdinand.
Se sumió en tal tristeza que el deportista aseguró que llegó a entender a las personas que decidían quitarse la vida: "No podía pasar muchos días seguidos encerrado en casa porque empezaban a pasarse por mi cabeza pensamientos muy locos. Antes leía los periódicos y veía gente que se había suicidado y pensaba que eran unos egoístas, que cómo podían hacerle eso a sus seres queridos. Pero hay momentos, sobre todo al principio, en los que piensas mucho... Entiendes cómo se sentían antes de hacerlo y por qué tomaron esa decisión. Cuando miro a mis hijos ahora sé que no podría hacerles eso, hundirles hasta el punto en el que estoy yo".
Rebecca y Rio se casaron en 2009 y tienen tres hijos, Lorenz, de 9 años, Tate, de 6, y Tia, de 4 años. "Era una fantástica y cariñosa madre para nuestros tres hermosos hijos. La echaremos de menos como esposa, hermana, tía, hija y nieta. Vivirá en nuestro recuerdo, como guía e inspiración", manifestó el jugador en el comunicado que mandó al fallecer su esposa. Ahora, viudo a sus 36 años, el futbolista se enfrenta a una nueva vida en la que lo que más le preocupa son sus pequeños. "Es muy difícil salir del hospital y decirle a tus hijos que no van a ver a su madre nunca más. Solo espero que cuando miren atrás puedan decir que su padre hizo un buen trabajo".
Para afrontar su duelo, Ferdinand y sus hijos asisten a una terapia especializada que les ayude a expresar sus sentimientos abiertamente. "Me preocupan los dos chicos, sobre todo el mayor, porque se parece mucho a mí. Siempre he sido un libro cerrado para mis sentimientos y para las personas hasta que conocí a Rebecca. Ella me dijo que debía sacarlos porque tenía que hacer que nuestros hijos se sintieran queridos de todas las formas posibles".
Retirado del fútbol, Rio Ferdinand ahora se dedica en cuerpo y alma a su restaurante, su fundación y algunas apariciones que hace en televisión: "Me siento mejor cuando estoy trabajando, es mi mecanismo de defensa, supongo. No estoy en una posición en este momento donde pueda sentarme y relajarme. No me gusta tener ciertos pensamientos en mi cabeza". Además encuentra algo de consuelo en Kate Wright, una estrella de la televisión británica que se ha convertido en compañera inseparable de la leyenda de fútbol.