Rubio, de ojos claros y con un 1,98 metros de altura. Su apariencia hercúlea, que recuerda a un efebo, no pasa desapercibida. Con esta carta de presentación no es de extrañar que el alemán Alexander Zverev (20 años) haya diversificado sus recursos, primero en el mundo del tenis, al que pertenece casi toda su familia, y después en el de la moda.
Y es que el flamante nuevo vencedor del Masters 1000 de Roma -ganó a Novak Djokovic (30) en el que constituye su debut en los Masters 1000 y su ascenso al top 10 del tenis- parecía tener hasta ahora casi más éxitos publicitarios que deportivos, teniendo en cuenta además que recientemente era conocido por sus prontos en la pista.
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Su cuenta corriente no para de crecer gracias, entre otras cosas, a contratos con marcas como Head (raquetas) o Richard Mille (relojes). Ésta era, hasta hace pocos meses, su principal fuente de ingresos. Pero no sólo las firmas deportivas y de complementos se lo rifan.
Es el caso de Adidas y de otras tantas que, como Abercrombie and Fitch, habrían contratado sus servicios para publicitar sus prendas. En cualquier caso, Zverev ha facturado más de un millón de euros sólo con su faceta de modelo, según apuntan varios medios internacionales.
De familia tenista
De unos meses a esta parte se ha empezado a vislumbrar el talento deportivo del que siempre ha hecho gala su familia rusa al convertirse en el tenista más precoz en lograr un Masters 1000 desde hace más de una década. Su padre, Alexander, compitió en la copa Davis representando a la Unión Soviética y hoy en día es su entrenador. Su madre, Irena, y su abuela también se dedicaron a formar tenistas de élite antes de mudarse a Hamburgo.
En cuanto a su hermano, Micha (32), es uno de los jugadores de moda. Juntos salieron victoriosos en Montpellier en la categoría de dobles, el primer título que levantan de forma conjunta y además un año después de perder la final en el mismo sitio.
No tuvieron la misma suerte en Australia, pero eso no les ha impedido a los dos alemanes hacerse un hueco en el mundo del tenis a la manera de las hermanas Wiliams, pues son vistos como el futuro más prometedor de este deporte. En el caso de Alexander, además, también ha encontrado su sitio en la moda.
Tiempo para el amor
El joven Alexander Zverev vive tan enfrascado en sus triunfos dentro y fuera de la pista que apenas le queda tiempo para sus relaciones personales. Al menos, es lo que se desprende de sus declaraciones en las redes sociales, en las que son escasas las publicaciones con amigos y amigas. Eso sí, no han sido pocos los que le han relacionado con alguna que otra compañera de profesión.
Es el caso de Sabine Lizicki (27) o Belinda Bencic (20), considerada la heredera de Martina Hingis (36) y con la que ha compartido alguna que otra cena y con la que se ha intercambiado piropos y mensajes a través de las redes sociales, dando pie a todo tipo de rumores sobre una posible relación que ninguno de los dos protagonistas ha confirmado o desmentido hasta el momento.