Christian Völkers, el anfitrión de la jet set mallorquina (incluida Marta Gayá)
El propietario de la mayor agencia inmobiliaria de Europa es el encargado de organizar una de las mejores fiestas que se celebran cada año en la isla. Como buen millonario, excentricidades no le faltan.
19 agosto, 2017 18:12Noticias relacionadas
Un año más, Mallorca se ha convertido en el punto de reunión de aristócratas, empresarios y demás vips patrias en una cita obligada del verano que constituye, además, una de las pocas ocasiones en las que Marta Gayá, amiga entrañable del rey Juan Carlos (79 años) suele dejarse ver por la isla: la fiesta de Polo de Christian Völkers (62), cuya esposa es íntima de Gayá. En la finca de Son Coll, lugar del evento, la mallorquina solía coincidir además con otros familiares del monarca emérito como su sobrina Simoneta Gómez-Acebo (48) o la excuñada de ésta, Laura Ponte (44). Hasta este año.
La revelación del sorprendente encuentro entre el rey Juan Carlos y su amiga durante sus vacaciones en Irlanda y el hecho de que su nombre saltara de nuevo a la palestra como una de las supuestas amantes del monarca hizo que Gayá restringiera al máximo sus apariciones en eventos sociales, a los que ciertamente asistía con cuentagotas. Ha sido la primera vez en años que su ausencia se ha hecho notar en la fiesta que daba su amiga Ninon Völkers.
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Pero, ¿quién es este rico y excéntrico matrimonio, anfitrión de una de las fiestas más exclusivas del verano?
Christian Völkers, fundador de la compañía líder Engel & Völkers y soltero de oro durante décadas, conoció a Ninon, una humilde chica de provincias, trabajando en el sector inmobiliario. El matrimonio llegó a Mallorca por primera vez en 1997 y poco a poco se convirtieron en una de las parejas más influyentes de la isla balear.
No en vano controlan un mercado que va desde los yates y los aviones hasta las residencias de lujo, incluidos los palacios.
Las manías de un millonario
Como buenos ricos, la excentricidades y los caprichos les acompañan allá donde van. Así, Christian Völkers produce vino y cultiva tomates y otras hortalizas en la misma finca en la que organiza el torneo y posterior fiesta que este año ha aglutinado a 700 ilustres invitados. No en vano suele invertir parte de su fortuna en la adquisición de olivos y demás árboles para repoblar su propiedad mallorquina, construida en el siglo XVI y que reforma constantemente desde hace casi un cuarto de siglo.
Su obsesión con la producción propia de vino llega hasta el punto de encargarse él mismo de la producción, para lo que compra personalmente los tapones de las botellas en grandes cantidades y le encanta comprobar él mismo el resultado de sus cosechas.
Pero no sólo de vino y tomates vive Völkers. Recientemente inició otra de sus aficiones: la cría de potros de polo en su finca, que se ha convertido en su refugio favorito y que alterna con su casa de Hamburgo, donde vive durante el curso escolar.
Se trata de una antigua casa de labranza que adquirió cuando estaba casi en ruinas y que él reconstruye con pasión mientras observa la evolución de sus 180 hectáreas de bosque (pinos y olivos).
Con un estilo clásico y hasta conservador, es aficionado a hacerse los trajes a medida con sastres de confianza. Odia ir de compras y prefiere encargar las camisas o los trajes a sus modistos en lugar de renovar él mismo su armario. Su carácter metódico y obsesivo con los detalles no pasa desapercibido a ojos de los que le rodean, ni siquiera a los suyos, pues es consciente de que en ocasiones sus manías pueden llegar a causar molestias en sus invitados o incluso en su familia.
Christian y Ninon Völkers tienen dos hijos de 9 y 11 años que se han criado prácticamente en la finca, que cuenta, además de con viñedos, con un campo de polo y caballos argentinos, además de su propia vivienda y campo, mucho campo que corran sus perros. Muy cerca de su casa se encuentra la de sus padres, concretamente en Felanitx, lugar en el que aterrizó hace 40 años cuando pisó por primera vez Mallorca.
Mientras Christian se dedica en cuerpo y alma a su prestigiosa y solvente inmobiliaria, Ninon se afana en la organización sin ánimo de lucro Engel & Völkers Charity, fundada en 2008 y que tiene como objetivo garantizar la educación de los niños más desfavorecidos de África creando escuelas y orfanatos en Togo. A dicha fundación van a parar, desde hace varias ediciones, los fondos recaudados del torneo de polo de Son Coll.