Jennifer Gates (21 años) podría parecer una chica estadounidense cualquiera. De pelo rubio y ojos azules, suele lucir sudadera y zapatillas, disfruta de los cafés gigantes y de largas sesiones de películas o series. La diferencia es que es la hija de Bill Gates, el hombre más rico del mundo con una fortuna estimada de 88.800 millones de dólares (75.566 millones de euros), según Forbes.
Nacida en abril de 1996 en Washington, es la hija mayor del matrimonio entre el fundador de Microsoft y Melinda Gates. Con ello, se trata de una de las herederas del imperio informático que creó su padre en 1975.
Una gran amante de los caballos
Si por algo es conocida la hija de Bill Gates es por su gran pasión por la hípica. Esta afición se hizo pública cuando la joven empezó a competir, sobre todo por lo poco que ha escatimado su padre en gastos para que su hija tuviese lo mejor del mundillo de la hípica. Así, Jennifer ha participado en las mejores competiciones ecuestres, como la famosa FTI Winter Equestrian Festival 2013.
En este sentido, el padre no quiere que a su hija le falta de nada, razón por la cual en 2013 alquiló una mansión próxima a Palm Beach (pues ellos residen en Washington) para que Jennifer acudiera a un certamen. Sin embargo, a vistas de que su hija repetiría y como a Gates le gustó esta zona, mandó construir una vivienda de estilo mediterráneo de 670 metros cuadrados y dos hectáreas de terreno que, entre otras estancias, contaba con 20 establos y un espacio de arena para entrenar salto de caballo, todo lo necesario para llegar a ser una excelente jinete.
Así, este capricho le costó un total de 6,6 millones de euros. A lo que hay que añadir que los años anteriores también habían contratados jets privados para trasladarse desde Palm Beach hasta Washington. Todo por la pasión de una hija que lleva desde hace años participando en las competiciones más exclusivas del país americano.
Estudiando biología en la universidad de Standford
El hombre más rico del mundo quiere que sus hijos sean hombres y mujeres preparados para la vida real, para lo cual han acudido a los mejores colegios y universidades del mundo.
Por eso, no extraña que la joven quiera preparase para el futuro estudiando biología en la universidad de Standford, uno de los mejores centros educativos de Estados Unidos y del mundo.
Según algunos de sus compañeros de clase, Jennifer no hace ostentación de su fortuna ni pretende que sus compañeros se comporten de forma diferente con ella. Por el contrario, la hija de Bill Gates, una muy buena estudiante, intenta pasar desapercibida y que no se la reconozca como “la hija de”.
Una vida social frenética
Según se puede ver en su red social, la joven disfruta de su tiempo libre rodeada de todos los lujos y comodidades posibles. Jennifer se relaja a bordo de lujosos veleros sobre las aguas cristalinas de Australia, montando a caballo con el skyline de Nueva York como telón de fondo, pasando el día sobre lanchas de lujo con las que poder hacer esquí acuático, o viajando con la familia a París donde disfrutan de los mejores restaurantes del mundo.
Una de estas actividades que más destaca fue un concierto ofrecido por U2 en Seattle (Estados Unidos). Jennifer acudió junto a sus padres y su pareja que observaron el espectáculo desde un reservado donde, previsiblemente, conocieron a los artistas.
Un novio con las mismas aficiones
La hija del hombre más rico del mundo tiene como novio a Nayel Nassar, un joven egipto que también es un gran aficionado a su equitación (en su perfil de instagram abundan las fotografías de caballos y tiene una página en YouTube donde sube sus vídeos en las competiciones y en los entrenamientos).
El joven pasó su infancia en Kuwait, donde sus padres estuvieron trabajando durante muchos años. Sin embargo, se trasladó a California (Estados Unidos) en 2009 para estudiar Administración y Economía en La Universidad de Standford (la misma a la que acude la hija de Bill Gates).
Además de una gran fortuna, este joven comparte con Jennifer una gran pasión es la hípica. Así, es un jinete profesional que ha sido galardonado con premios como el Breakout Star y Stealthy Tour de Fource.
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