Hace justo diez años una joven milanesa de 20 años decidía abrirse un blog. Esta historia se repite cada minuto en todo el mundo, pero nadie ha sabido hacer con tanto éxito como Chiara Ferragni (30), tanto que su caso se estudia en la prestigiosa Universidad de Harvard.
Este mes la influencer anunciaba su próxima maternidad, un estado que, en su caso, no le creará ningún quebradero de cabeza ni problema económico ya que el bebé nacerá en un núcleo de padres millonarios que con un solo 'click' consiguen embolsarse decenas de miles de euros.
La italiana creó hace exactamente una década la web por tan solo diez dólares que además puso su entonces novio, Riccardo Pozzoli, actual CEO del imperio virtual. La página, llamada The Blonde Salad (la ensalada rubia), le da en la actualidad una media de 8 millones de euros al año.
Lo que comenzó con una inversión de simple calderilla atrae hoy a decenas de marcas y genera más de dos millones de euros en publicidad. Y es que, con 500.000 usuarios únicos de visitantes en su web a diario, el negocio multiplica su caché cada año que pasa.
Su evolución se refleja en sus redes sociales, que no paran de crecer. Se podría decir que ella creó el significado del término 'influencer' y lo llevó a la práctica de manera impecable. Y así lo avalan los datos: fue la primera anónima en alcanzar el millón de seguidores en Instagram y su crecimiento continuó siendo asombroso, pues hace dos años 'apenas' tenía 3'4 millones de fans y hoy tiene 11 millones de seguidores -el último millón lo ha conseguido en solo tres meses-.
Los 'me gusta' que recibe en sus fotos nunca bajan de los 200.000 y pero a menudo logra el medio millón con facilidad. Por eso no es de extrañar que, debido a la audiencia que capta, sus fotos valgan oro para las marcas. De hecho, que Chiara cuelgue una foto en sus redes y mencione una firma cuesta 60.000 euros, algo que hace habitualmente en sus perfiles virtuales.
De ser una bloguera más ha pasado a convertirse en todo un producto que genera dinero a cada paso que da. Y atentas a esos pasos y sobre todo a sus zapatos permanecen millones de jóvenes que tras años copiando su estilo y preguntándole por sus marcas preferidas, Chiara vio la ocasión perfecta de abrir un propia tienda y hacerse publicidad a sí misma.
Volvió a triunfar. Hoy vende sus zapatos a 500 euros el par y solo con ello factura nueve millones de euros al año. Empezó con una boutique en su Milán natal y actualmente ha multiplicado sus tiendas y espere tener una quincena de ellas alrededor del mundo para el año 2019.
Toda esa cadena de éxitos hace que su fortuna ascienda a más de 12 millones de euros que va en aumento por cada día que pasa y casi por cada fotografía que sube a sus redes. Por ese motivo, la noticia de su embarazo no le crea ningún quebradero de cabeza, ya que con varios pares de zapatos que venda puede costear a su futuro bebé todo cuanto necesite.
Al tremendo éxito de ella hay que sumarle la creciente cuenta de ingresos de él. El rapero italiano Fedez, tenía su público en el país transalpino cuando empezó pero desde que es pareja de Chiara se le ha 'contagiado' su fama y ya se presentan como 'pack' para promocionar productos. El cantante posee una fortuna que ronda los tres millones y medio de euros, algo que hasta hace un par de años ni imaginaba recibir en su cartera.
Sin duda, el futuro 'raviolo' -que es como se llaman cariñosamente entre ellos- tiene la vida asegurada al menos en el periodo durante el que sean sus padres quienes se encarguen de su economía. Aunque, en vista de lo redondo que le ha salido a su madre sacar negocio de una profesión que no existía, si el hijo hereda los genes visionarios de su progenitora le sobrará dinero para construirse su propio futuro.