Está acostumbrada a viajar por medio mundo gracias a su condición de influencer, pero aún se deja sorprender, e incluso enamorar, por algunos de los lugares que visita. Es precisamente lo que ocurría hace tan sólo unos días. Aida Domènech (27 años), más conocida como Dulceida, se escapaba para disfrutar del lujo y el relax en un exclusivo hotel-palacio de Marrakech gracias a la gentileza de su propio hermano, Álex (23).
La joven asegura sentirse "enamorada de Marrackech" después de haberse deleitado con las veleidades del lugar, sobre todo teniendo en cuenta que se alojó en uno de los mejores hoteles de la zona, célebre y frecuentado por celebrities españolas y extranjeras, como hicieron Laura Matamoros (24), Soraya (34) o Emily Ratajkowski (25) hace unos días.
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El sitio en cuestión es La Mamounia, un recinto que fue un regalo de bodas del rey Sidi Mohamed Ben Abdallah a su hijo Mamoum, de quien tomó el nombre, en el siglo XVIII. Ocho hectáreas de jardines y 27 fuentes componen un recinto en el que el lujo, el confort y la exclusividad están a la orden del día. Olivos, naranjos, jardines temáticos, cactus, rosales, palmeras y hierbas aromáticas dan la bienvenida a los huéspedes.
Nada más llegar, Dulceida y su hermano disfrutaron de leche de almendras con azahar y dátiles en los salones del hotel, a modo de recibimiento. Posteriormente, ambos se dirigieron a su habitación, decorada con artesanía local y arquitectura arábigo-andaluza en la que predominan las maderas, los mosaicos y las escayolas cinceladas. Según los datos que maneja este medio, los precios por noche para dos personas oscilan entre los 500 euros de una habitación estándar hasta los 7.192 de las riads.
Los dos influencers visitaron el famoso Zoco y la Medina y lo hicieron acompañados de un guía local que les enseñó algunos de los lugares menos turísticos de la ciudad. A su regreso, Aida y Álex se relajaron en el Hammam, una visita obligada si uno se aloja en La Mamounia y cuyos tratamientos tienen un coste de entre 107 y 198 euros en función del tipo de servicio y su duración. También disfrutaron de la piscina, decorada con mosaicos en forma de escamas azul y plata.
El relajante y exclusivo viaje de los hermanos Domènech respondía a una razón muy especial: el próximo 23 de octubre es el cumpleaños de Dulceida y Álex quiso darle su regalo por adelantado, una escapada durante la cual ninguno de los dos dejó de promocionar productos y que, a juzgar por las imágenes, fue una experiencia inolvidable que culminó con otro avión, esta vez con destino a Venecia, donde Dulceida y su hermano permanecieron un par de días más.