Michael O'Leary (57 años), el presidente de Ryanair y uno de los CEO más excéntricos del panorama empresarial, acaba de adquirir un palacete barroco en el centro histórico de Mallorca. El irlandés ha conseguido esta vivienda a un precio entre 10 y 14,3 millones de euros.
Michael, conocido por sus ideas extravagantes, ha formalizado la operación de compraventa del palecete por un precio inferior al que exigían en un primer momento los dueño mallorquines, quienes pedían 18 millones de euros, según confirmaron tres fuentes independientes a Mallorca Zeitung.
El palacio es de grandes dimensiones, como ocurría con otras viviendas de las clases altas de antaño. Tras su gruesas paredes cuenta con tres patios, un jardín de palmeras y varios salones.
El precio pagado por el presidente de Ryanair, sin embargo, es muy probable que aumente considerable por los gastos derivados de la renovación del palacete. La vivienda conserva la arquitectura original y muchos de los elementos decorativos son antiguos: suelos de baldosas, finos paneles de madera y pinturas en los techos barrocos.
Antes de esta adquisición por parte del presidente de Ryanair el palacio podía ser alquilado para la celebración de bodas, para desfiles de moda o para mercados benéficos, entre otros eventos que tuvieron lugar entre las paredes del palacete.
Lo que todavía no ha trascendido es qué quiere hacer con el palacio Michael, si tiene previsto mudarse en un futuro cercano a la isla o si ha adquirido la vivienda como un lugar del recreo al que huir de la vorágine del trabajo.
Empresario extravagante
Esta compra por parte del presidente no sorprende teniendo en cuenta que es uno de los CEO más extravagantes del panorama empresarial. El directivo se describe como un puro irlandés, amante de la historia, del fútbol y de los caballos, un católico relajado y un empresario controvertido.
Además de esta vivienda, el empresario posee una casa de 1.000 metros cuadrados: una mansión victoriana en Dublin. Una vivienda construida alrededor de 1880 que cuenta con siete dormitorios, tiene una extensión de 464,52 metros cuadrados y una granja con su propio ganado y caballos.
Un conjunto de propiedades que se puede permitir por amasar una fortuna que supera los 600 millones de euros, convirtiéndose en uno de los hombres más ricos de Irlanda.
Otra de sus extravagancias es su propio coche-taxi, un vehículo que utiliza para poder circular por el carril de autobús de Dublín, ahorrando así tiempo y dinero. Y la expresión es coche-taxi porque pagó 4.000 euros por la licencia de taxi y es un vehículo privado en el que incluyó su propio taxímetro.
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