Kiko Rivera (34 años) será el próximo y el último de los anfitriones en la nueva entrega del programa Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition. El Dj recibe a los concursantes en una casa que, pese a lo que pueda pensarse en vista de su estilo vistiendo, destaca por el minimalismo.
La mayor parte de las zonas de la vivienda, de un tamaño inferior al que nos tienen acostumbrados los famosos del programa, están decoradas con muebles modernos pero básicos del estilo Ikea.
La entrada, escueta, no da mucho lugar a grandes muebles como la cómoda que presidía la casa de Julio Iglesias Jr. (45). Por el contrario, una puerta de madera marrón da paso a un pequeño cuadrado con las paredes blancas que da acceso a varias estancias al mismo tiempo.
La siguiente zona a la que acuden los invitados es el salón, también de tamaño reducido en comparación con las otras viviendas y que sigue el esquema de la mayor parte de la vivienda: básicos en tonalidades blancas y negras. Dos sofás negros, uno de polipiel y otro de tela que rodean una pequeña mesa a dos niveles.
Como decoración, un gran cuadro abstracto de grandes pinceladas ocupa una de las paredes. Esta obra se une a algunas lámparas y jarrones por las tonalidades en blanco, negro o gris. Aspectos que consiguen crear una continuidad en la vivienda pero que también conlleva que no haya ninguna parte de la casa que destaque.
Otra de las estancias en las que se desarrolla la acción del programa, y quizá la más importante puesto que es un programa gastronómico, es la cocina. En esta parte de la vivienda el color blanco es el predominante: paredes, electrodomésticos, muebles y encimera.
Al contrario de otras viviendas donde no había ni un solo hueco libre, como fue la casa de Lucía Etxebarria (51), en la cocina de Kiko Rivera prima el minimalismo. Salvo los utensilios que está utilizando para preparar los platos para el programa, y el robot de cocina que es el gran aliado en cualquier casa, la encimera está vacía y todo el menaje dentro de los muebles.
La estancia más recargada es el comedor, aunque esta sensación también se debe al reducido tamaño de la habitación. En las paredes hay varios cuadros y los dos únicos discos de oro del Dj. Mientras, en los muebles hay tantas fotografías que incluso en una de las secuencias del programa se ve cómo varios marcos están amontonados.
Una vivienda que demuestra que tampoco hace falta gastarse grandes sumas de dinero y optar por grandes diseñadores para conseguir una vivienda elegante a la par que acogedora. ¿Estará la comida de Kiko a la altura de la casa?
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