Paris Jackson (20 años), hija de Michael Jackson, ha negado las últimas informaciones publicadas que aseguraban que había sido ingresada en una clínica debido a sus problemas de salud mental.
Ha sido la propia joven quien ha desmentido dichas informaciones en su propia cuenta oficial de Instagram: "Como siempre, los medios han exagerado todo. Sí, me he tomado una pausa en el trabajo, en las redes sociales y en el uso del teléfono, porque puede ser demasiado a veces y todos merecemos un descanso. Pero estoy feliz, sana y me siento mejor que nunca".
Una publicación en la que aparece tumbada en el sofá acompañada de su perro. Una publicación con la que ha dado por zanjadas las especulaciones sobre su ingreso en una clínica psiquiátrica.
Una persona muy cercana a la modelo explicó al portal People, uno de los medios estadounidense que publicó estas informaciones, que "Paris decidió que necesitaba tomarse un tiempo para reiniciar, realinear y priorizar su salud física y mental".
Según la misma fuente, el 2018 fue un año muy intenso para ella: "Ella tuvo un largo año viajando por todo el mundo, tanto para proyectos de trabajo como para obras de caridad, y se sentía realmente agotada".
Otro de los motivos por los que la gente pensaba que Paris había sido ingresada en un centro médico, se debía a la inactividad en el uso de las redes sociales, pues llevaba sin compartir ninguna foto en Instagram desde mediados de diciembre.
Paris no ha tenido una vida muy fácil, pues perdió a su padre cuando solamente tenía once años. Además, en 2017 abrió su corazón a la revista Rolling Stone confesando que en varias ocasiones ha intentado quitarse la vida y que un extraño abusó de ella cuando era adolescente.
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