Beatrice Herbold (61 años), la que fuera una de las amantes del excanciller alemán Helmut Kohl, ha publicado un libro en el que desvela los detalles más íntimos y los secretos ocultos de su historia de amor furtivo con el político germano durante los años 90. En un volumen de 190 páginas, esta mujer alemana, que ahora dedica su vida a ser agente inmobiliaria, ha detallado punto por punto, con la ayuda de una periodista de la revista especialziada Bunte, desde cómo comenzó su romance con el líder de la CDU hasta sus escapadas clandestinas.
Geliebte Freundin. Meine geheimnen Jahre mit Helmut Kohl, (Amiga Amante. Mis años secretos con Helmut Kohl) empieza con la anécdota con la que Herbold y Kohl se conocieron. Era la Semana Santa del año 1990, un momento clave para la historia de Alemania y también del mundo, tras la caída del muro de Berlín, y ambos coincidieron en la sauna de un hotel de Austria. Tras un tedioso viaje un coche, la joven Beatrice, que entonces tenía 28 años, decidía parar para descansar en el Hotel St. George de Bad Hofgastein, en Salzburgo. Al poner un pie en la zona de spa del establecimiento, la sorpresa fue mayúscula: ante sus ojos estaba el canciller alemán Kohl con un nutrido equipo de guardaespaldas. Ella quiso dar un paso atrás pero Kohl insistió en que se quedara.
"Cuando fui a la sauna del hotel por la noche, él estaba sentado allí con todo su séquito. Quise salir lo antes posible, pero él no lo permitió. Tuve que sentarme a su lado, totalmente sonrojada, y luego mirar hacia adelante para no tener que ver al canciller desnudo. A él le gustó la situación", cuenta Beatrice Herbold en su libro.
Este encuentro espontáneo y casual no fue más que el punto de arranque de una relación extramatrimonial que ha sido llevada hasta las páginas de un libro que ha revolucionado Alemania. Herbold revela que los inicios fueron lentos, pausados, que pasaron años hasta que se dieron el primer beso. Casualidad o no, la primera vez que sus labios tomaron contacto fue en el mismo hotel donde se conocieron en marzo de 1990. "Le tomé la mano, pero de repente me atrajo hacia él y me besó con pasión. En ese momento estaba muy molesta", recuerda.
Las cartas de amor y las constantes llamadas telefónicas acabaron tornándose en quedadas a escondidas de la esposa de él. El entonces líder de todos los alemanes incluso visitó a su amante su casa de Wiesbaden. Según apunta la propia Beatrice en sus memorias, en la primera visita a su hogar, preparó todo al detalle para gusto del hombre por el que había perdido la razón: muslos de pollo a la parrilla, verduras, patatas y vino blanco del Rhone.
Como postre, mousse de chocolate. Cuando Herbold fue a recoger la mesa, el político la agarró con fuerza, le dijo que aquello "era perder el tiempo" y la llevó hasta la habitación. "Mi corazón latía salvajemente. Fue el momento en el que se concretó nuestro amor secreto. Todo lo que hace que el amor entre un hombre y mujer sea completo y único", revela Beatrice Herbold. "Fue muy hermoso. Incluso después de tantos años sigo llevando la sensación de nuestra primera noche dentro de mí".
Aunque a priori parece una historia de amor romántico, la realidad es que Beatrice termina dibujando un perfil de Kohl como un experto en engañar a su esposa, Hannelore. Un ejemplo de esta afirmación es que Beatrice relata minuciosamente en su libro cómo llegó a pasar un fin de semana junto a Kohl en la residencia oficial mientras su mujer permanecía en otro ala. Llegó a la zona privada del edificio y al ver la enorme piscina comentó: "Es magnífica, lástima que no he traído bikini". La respuesta del político fue directa: "Aquí no lo necesitas", dejando claro la extrema seguridad que poseía su hogar. Aquel día, ambos se bañaron desnudos.
La relación entre ellos terminó en 1999, justo después de que la carrera política de Kohl llegara a su fin al caer en las urnas ante el telegénico candidato del SPD Gerhard Schröder. Dos años más tarde, en 2001, el excanciller enviudó cuando su esposa decidió quitarse la vida suministrándose una gran dosis de somnífero y morfina. Llamó la atención que Helmut Kohl no asistió al entierro de la que fuera su primera dama.
El excanciller alemán Helmut Kohl falleció en junio de 2017 a los 87 años en su casa de Ludwigshafen, al sur del país, según adelantó el diario Bild. Su partido, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), confirmó la muerte del exdirigente vía Twitter.
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