En 1927, Cedric Gibbons, arquitecto y diseñador de arte de la MGM, dibujó en una servilleta del hotel Roosevelt de Hollywood una silueta que luego se convertiría en el Oscar de Hollywood gracias al escultor George Stanley, que moldeó la estatuilla a imagen y semejanza del realizador y actor mexicano Emilio 'Indio' Fernández, que posó desnudo a petición de su amiga, la diva mexicana Dolores del Río, futura esposa de Gibbons. A partir de ese momento, miles de anécdotas, curiosidades y bulos han corrido a lo largo del tiempo desde que se celebrara la primera ceremonia en 1929.
Algunos actores son tan despistados que han perdido o han dejado olvidada su estatuilla en los lugares más insospechados. Angelina Jolie (44 años) lo extravió al meterlo en una caja durante una mudanza; Woopi Goldberg (64) (mejor secundaria por Ghost, 2002), mandó que limpiaran el premio y la empresa encargada lo envió por correo a R.S.Owens Co. en Chicago –la empresa que fabrica los trofeos-, pero cuando abrieron la caja de UPS estaba vacía. Poco después fue encontrado en un cubo de la basura.
En 1998, Matt Damon (49) y su íntimo amigo Ben Affleck (47) ganaron uno por ser los guionistas de El indomable Will Hunting (1998), pero años después, Damon sufrió una inundación en su apartamento de Nueva York y el premio despareció. Audrey Hepburn, Meryl Streep (70) y Colin Firth (59) se lo olvidaron en el baño.
Sin embargo, el caso más extraordinario lo protagonizó la niña prodigio Margaret O’Brien que se llevó el Oscar juvenil por sus interpretaciones en 1944 en las películas Cita en San Luis, El fantasma de Canterville y Al compás del corazón. La actriz tenía 8 años. Nueve años más tarde, la criada se llevó el premio para abrillantarlo, pero desafortunadamente la madre de la intérprete falleció y cuando O’Brien quiso darse cuenta, la chica de servicio había cambiado de número de teléfono. Sorprendentemente su galardón apareció en un mercadillo en 1995.
Durante la ceremonia, siempre ocurren hechos curiosos. Mientras David Niven ofrecía su discurso en la 46ª edición de la gala, un espontáneo corrió desnudo por el escenario para reivindicar los derechos de los gays. Otra reivindicación la protagonizó Marlon Brando, cuando en 1973 se le reconoció su interpretación en El Padrino. No acudió a la gala y mandó a una joven apache, Sacheen Littlefeather, que lanzó al auditorio el duro mensaje del actor sobre el trato denigrante que la comunidad nativa americana había tenido en la industria.
La simpática Jennifer Lawrence (29) es una de las más patosas ya que, al recoger su premio a la mejor intérprete en 2013 por El lado bueno de las cosas, se cayó al subir las escaleras y, para colmo, al año siguiente se volvió a caer en la alfombra roja. Una anécdota insólita fue el selfie que la presentadora Ellen DeGeneres (62) se hizo junto a Meryl Streep (70), Bradley Cooper (45), Julia Roberts (52) y Jennifer Lawrence en 2014 ya que batió el récord del tuit más retuiteado de la historia hasta ese momento, con algo más de 3.430.000 envíos.
En cuanto a los discursos, el más largo de la historia lo protagonizó Greer Garson cuando ganó a la mejor actriz por La señora Miniver (1942), con una duración de cinco minutos y medio. Pero también los hay mudos, porque Marlee Matlin fue la primera persona sorda en llevarse la estatuilla dorada a la mejor actriz por Hijos de un dios menor (1987) o inexistentes, ya que Katherine Hepburn jamás fue a la entrega de los premios a pesar de haber sido candidata en 12 ocasiones y de haber ganado tres veces.
Antes de acudir a la gala, las estrellas necesitan al menos un mes para prepararse físicamente al tener que elegir los diseñadores y los tratamientos de belleza. Penélope Cruz (45) protagonizó la anécdota en 2007 cuando le falló la cremallera de su vestido de John Galliano y optó por uno de Versace con una exuberante cola de volantes en rosa pálido.
El año pasado, Lady Gaga (33) se marcó un tanto en la historia de los Oscar al lucir el diamante amarillo más grande del mundo de Tiffany & Co que requirió medidas de seguridad secretas y que previamente había llevado Audrey Hepburn durante la promoción de Desayuno con diamantes (1961).
También en 2019, Paulina Rubio (48) sufrió un percance cuando bailaba de forma desenfrenada en la fiesta de Elton John (72) y se le rompió el tacón del zapato. Pero la 'Chica dorada' es mujer prevenida y, enseguida, encontró el repuesto perfecto.
[Más información: De Lady Gaga a Javier Bardem: los 10 peor vestidos de los Oscar 2019]