A ambos lados del Atlántico, dos grandes familias han sido presas de la maldición. En Europa, los Grimaldi, y en Estados Unidos, los Kennedy. Para muchos, lucir este último legendario apellido es como si lo hiciera un Windsor, un Borbón o un Orange.
Cuando Joseph y Rose Kennedy engendraron a sus nueve hijos quisieron construirles el futuro perfecto que les hiciera figurar en las páginas de la historia. Y lo lograron, aunque el diablo tuviera que pactar con ellos.
Tras la reciente muerte trágica de Maeve Kennedy (40) –nieta de Robert F. Kennedy y Ethel Skakel- y de la desaparición de su hijo Gideon, de 8 años, mientras iban en canoa por la bahía de Chesapeake (estado de Maryland, Estados Unidos), JALEOS pone de relieve los asesinatos, enfermedades, muertes prematuras, drogas, violaciones o accidentes han marcado la historia de la que todavía es considerada como la familia real de Estados Unidos.
1. Joseph Patrick Kennedy Jr.
El hermano mayor del futuro presidente de los Estados Unidos falleció a los 29 años mientras pilotaba su avión durante una operación secreta durante la II Guerra Mundial. El joven se había ofrecido voluntario para luchar contra los nazis. El aparato en el que viajaba iba cargado de explosivos que iban a ser lanzados cerca de Calais (Francia), donde el ejército alemán tenía una gran concentración de misiles. Previamente, había completado con éxito 25 misiones.
2. Rosemary Kennedy
La gripe española de 1918 fue la causa principal de que otra desgracia se cebara con la familia. La matriarca estaba a punto de dar a luz, pero el médico llegaba tarde al atender a los pacientes y aconsejó a Rose que cerrase las piernas para que no saliera el bebé. A causa de la privación de oxígeno, Rosemary, la hija mayor, nació con algunas facultades mermadas que la familia disimuló hasta su adolescencia.
Pero a los veinte años empezó a tener ataques violentos, maltrataba a algunos familiares, le costaba hablar y caminaba con dificultad, por lo que fue internada en un centro especial. Finalmente, su padre dio la orden a escondidas para que en 1941 le practicaran una lobotomía. Aquel procedimiento atroz la dejó totalmente dependiente, no podía hablar ni caminar. Joseph se avergonzaba de que su hija no fuera genéticamente perfecta y mandó que la recluyeran en varios centros donde vivió confinada y aislada alejada de las miradas indiscretas y sin recibir apenas visitas hasta que falleció en 2005 a los 86 años.
3. Kathleen Kennedy
La segunda hija de Rose y Joseph –pero segunda en nacer- sufrió por amor. Fiel a los principios católicos transmitidos por su madre, la joven empezó a colaborar con la Cruz Roja durante la Gran Guerra, donde conoció a William John Cavendish, Lord Hartington y heredero del ducado de Devonshire, uno de los títulos nobiliarios más prestigiosos de Inglaterra. Se casaron en mayo de 1944, pero el aristócrata falleció cuatro meses después en Bélgica en pleno campo de batalla.
La joven era tan popular en la sociedad londinense tras las labores de su padre como embajador de Estados Unidos, que no tardó en reponer su corazón con otro joven de alta alcurnia. En 1944, Kick -como la conocían de forma afectuosa- empezó a salir con William Wentworth-Fitzwilliam, 8º conde Fitzwilliam, con quien planeaba casarse en cuanto éste obtuviera el divorcio. Pero sus planes se truncaron cuando ambos fallecieron en un accidente aéreo con destino a Francia. Tenía 28 años.
4. John F. Kennedy
Recogió el testigo de su hermano mayor, Joseph Patrick, a quien su padre quería haber convertido en el presidente del país. Casado con Jacqueline Bouvier, la pareja fue el icono del estilo y el glamour en los cinco continentes.
A pesar de las infidelidades del presidente de Estados Unidos con numerosas actrices, entre ellas, Marilyn Monroe o Angie Dickinson, o con Pamela Turnure –secretaria personal de Jackie- el matrimonio siempre fue un referente social. Sin embargo, todo cambió de la noche a la mañana.
El 22 de noviembre de 1963, mientras la pareja presidencial recorría en una limusina en la plaza Dealey de Dallas, un francotirador asesinó a John F. Kennedy. Las investigaciones de la Comisión Warren concluyeron que el autor del magnicidio fue Lee Harvey Oswald, pero éste siempre lo negó aduciendo que había sido un chivo expiatorio de la mafia. Días después fue asesinado por el empresario y mafioso Jack Ruby. Cientos de teorías conspiratorias han surgido alrededor de este hecho histórico para intentar demostrar la identidad del criminal.
5. Robert F. Kennedy
Tenía 42 años. Y un futuro prometedor. El país veía a Robert F. Kennedy como el digno sustituto de su hermano gracias a su encomiable labor como Fiscal General de los Estados Unidos entre 1961-1964. Sin embargo, este nuevo miembro del clan enseguida se convirtió en una pieza molesta para las organizaciones oscuras que se movían detrás del poder.
Su decisión por optar a la presidencia del país no gustó nada y se empezó a orquestar un plan para acabar con su vida. Así que, tras ganar en las primarias demócratas de California, Robert se dio un baño de multitudes en el hotel Ambassador de Los Ángeles con sus seguidores.
Un gran error de seguridad ya que ése fue el momento en el que Sirhan Bishara Sirhan, un joven de 24 años de familia cristiana palestina de Jerusalén, aprovechó para dispararle tres tiros. Su viuda, Ethel, fue testigo de aquel terrible suceso, al igual que de otras terribles desgracias que se cebaron con su familia en décadas venideras.
Actualmente, Sirhan tiene 76 años y cumple cadena perpetua.
6. Ted Kennedy
Tras la muerte de sus hermanos varones, Ted fue la única opción de la familia para conseguir la presidencia. Su apellido le abrió infinidad de puertas hasta convertirse en senador del estado de Massachusetts, feudo por antonomasia de los Kennedy.
Ese puesto era el perfecto trampolín para optar a la presidencia por el partido demócrata en las elecciones de 1972. Pero el 18 de julio de 1969, aquel sueño se desvaneció. Ted se encontraba en la isla de Chappaquiddick en Massachusetts, junto a un grupo de amigos en una fiesta donde el alcohol reinaba a sus anchas.
El senador abandonó la celebración junto a Mary Jo Kopechne, la ex secretaria personal de su hermano Bob. Todo acabó en tragedia cuando el coche que conducía Ted cayó al lago Poucha, donde la joven, de 28 años, falleció. El senador se declaró culpable por haber abandonado el lugar y fue sentenciado a dos meses de cárcel que no cumplió al no tener antecedentes. Pero aquello le cerró las puertas para alcanzar la Casa Blanca.
Murió el 25 de agosto de 2009 a causa de un tumor cerebral a la edad de 77 años.
7. David Anthony Kennedy
El cuarto hijo de los once hijos que tuvieron Robert F. Kennedy y Ethel Skakel –a punto de cumplir 92 años- fue el que estuvo más apegado a su progenitor. Tenía 12 años cuando Sirhan Bishara le asesinó en el hotel Ambassador de Los Ángeles. El pequeño lo vio en directo por televisión.
Sobrevivir a aquel trauma fue tremendamente difícil. A pesar de las pesadillas y la falta de ausencia de una figura paterna, consiguió matricularse en Harvard, pero lo dejó al cabo de dos años. Para David, la juerga, las salidas nocturnas, el alcohol y las drogas empezaron a jugarle una mala pasada. Encontró refugio en las sustancias duras que llegaron a provocarle una endocarditis bacteriana, así como varios ingresos en diferentes clínicas de desintoxicación.
A pesar de todos los intentos de los Kennedy por enderezarle, el joven no entraba en razón. Y aquello fue su perdición. Lamentablemente, en abril de 1984 falleció en Florida a los 28 años a causa de una sobredosis.
8. Michael LeMoyne Kennedy
Fue el sexto de los once hijos de Robert y Ethel. Su carrera como abogado era intachable hasta que la prensa se hizo eco en la primavera de 1997 de haber tenido relaciones sexuales con la niñera de sus hijos, que entonces tenía 14 años. Le acusaron de pederastia, luego de estupro (relaciones consentidas) y luego la joven se retractó y la denuncia se archivó.
Otro de sus problemas personales había sido el alcohol y las malas lenguas aseguraban que se estaba divorciando de su esposa Victoria, con la que tuvo tres hijos, que le han dado hasta ahora 11 nietos (uno de ellos nació muerta).
Lo peor llegaría en diciembre. Michael se encontraba celebrando el fin de año de 1997 junto a su familia en la prestigiosa estación de esquí de Aspen. Unas horas antes del cambio de año, estaba jugando a fútbol americano sobre esquís cuando perdió el equilibrio y chocó contra un árbol. Al no llevar ningún sistema de protección, falleció en el hospital a los 39 años. Su hermano David también falleció en 1984.
9. John John Kennedy
A lo largo de la década de los ochenta y los noventa, el hijo de John F. Kennedy y Jacqueline Bouvier fue uno de los solteros de oro más codiciados a nivel mundial. Su gran atractivo físico, su cuerpo musculado, su tez morena, su eterna sonrisa, su carisma, su gran estatura y su galantería fueron más que suficientes para Daryl Hannah, Madonna, Sarah Jessica Parker o Brooke Shields.
Sin embargo, lejos de casarse con una celebridad, lo hizo en secreto en 1996 con Carolyn Bessette, publicista de Calvin Klein. Su relación parecía estable a pesar de los rumores de crisis continuas.
El 16 de julio de 1999, John pilotó su avioneta privada, una Piper Saratoga, junto a su mujer y su cuñada, Lauren, para acudir a la boda de su prima Rory, una de las hijas de su tío Robert F. Kennedy. Tras despegar del aeropuerto de Nueva Jersey con destino a Caped Cod (Massachusetts), John tuvo serios problemas debido a su inexperiencia como piloto para sortear la densa bruma y la aeronave se estrelló en el mar.
Los tres cuerpos fueron encontrados varios días después sentados en sus asientos con los cinturones de seguridad puestos. El 23 de julio esparcieron sus cenizas desde el buque de la marina de Estados Unidos, Briscoe. Con él, se puso fin al broche de oro de una dinastía asentada en el glamour del poder.
10. Mary Richardson Kennedy
Nuevamente, el alcohol y las drogas se cebaron con la vida de otro Kennedy, aunque en este caso, no por línea de sangre. Mary Richardson, la segunda ex mujer de Robert F. Kennedy Jr. (primogénito de Robert y Ethel) estaba descontenta con su vida y, a los 52 años, decidió acabar con ella.
En mayo de 2012 decidió ahorcarse en su residencia de Mount Kisco, a 70 km de Nueva York, dos años después de su divorcio del abogado y defensor medioambiental con el que tuvo cuatro hijos.
11. Saorsie Kennedy
La nieta de Robert F. Kennedy falleció a consecuencia de una aparente sobredosis a los 22 años en la mansión familiar de Hyannis Port en Massachusets. Sucedió en agosto del año pasado.
La joven arrastró durante años graves problemas depresivos y episodios de una gran tristeza que le había producido en alguna ocasión intentos de suicidio. De hecho, llegó a confesar que uno de los motivos por los que llegó a hacerlo fue tras sufrir una agresión sexual.
A pesar de su delicado estado mental, Saorsie dedicó los últimos años de su vida a ayudar a las comunidades indígenas mexicanas en la construcción de escuelas y colaboraba en cualquier iniciativa a favor de los derechos humanos.
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