Un cuarto de siglo después de la muerte de Jacqueline Kennedy, su lujosa e inmensa mansión en Nueva Inglaterra se ha puesto en venta por cerca de 58 millones de euros. Se trata del lugar de vacaciones favorito del matrimonio presidencial, del que disfrutó del año 1961 a 1963, ya que fue durante el mandato de John Fitzgerald Kennedy su residencia de verano habitual.
Es la Red Gate Farm; traducido al español, la Granja Puerta Roja, y ni es granja ni la vivienda es roja, y está situada en la villa de la isla de Martha's Vineyard en Massachusetts. Los veranos no existían si Jackie y John F. no acudían al destino estival junto a sus cuatro hijos, Arabella, Caroline, John Jr y Patrick.
La mansión central consta de 600 metros cuadrados y tiene cinco habitaciones y cinco cuartos de baño. En una estancia separada de la principal pero anexos están los apartamentos de los invitados, y a otro lado el perteneciente al personal de servicio.
La residencia se encuentra en un paraje paradisíaco, en mitad de miles de hectáreas de vegetación y a solo unos metros del océano. Y es que la familia Kennedy ha podido disfrutar durante años de una situación de lujo ya que tenían a su disposición toda una playa privada de 1,5 kilómetros de longitud.
Además de la increíble naturaleza que les rodeaba, el lugar también posee una amplia piscina, cancha de tenis, dos garajes, varios porches y preciosos caminos de arbustos diseñados con cuidado para crear una especie de laberinto que deja en el eje central la vivienda.
La propiedad se vende a través de Christie's International Real Estate por 65 millones de dólares -unos 58 millones de euros-. La granja de lujo fue comprada por Jackie Kennedy Onassis en 1979, por un millón de dólares. En ese momento, sin embargo, todavía era solo una granja literal, repleta de ovejas y con un pequeño pabellón de caza.
Este es un refugio salvaje por el poder que ejerce la naturaleza en su localización y su esencia campestre. Fue una creación del famoso arquitecto Hugh Newell Jacobson, quien diseñó la elegante casa principal de estilo Cape Cod y la estructura de dos pisos, que se completó en 1981. Está trabajada con los materiales típicos de las viviendas estadounidenses, pero con mayor calidad, permeabilidad y duración debido al entorno rural en el que está situada.
La finca fue ampliada en el año 2000 por la hija de Jackie y John F. Kennedy, Caroline. Es precisamente esta descendiente del matrimonio expresidencial la que continuó el legado de Red Gate Farm. Por eso, ese mismo año le encargó a Deborah Berke, decana de la Escuela de Arquitectura de Yale, que renovara y extendiera la estructura de la residencia principal, manteniendo su sobria elegancia eterna.
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