Elettra Lamborghini (26 años) ha dado el 'Sí, quiero' este sábado a Nick van de Wall, un conocido Dj que ha conseguido conquistar su corazón y asentar su alocada vida. La millonaria heredera se ha convertido en la esposa de Afrojack -nombre artístico de él- tras el enlace nupcial celebrado en Italia este fin de semana.
La que fuera la concursante más polémica de GH VIP 5 ha mostrado en sus redes sociales cómo ha sido su espectacular boda en el país transalpino. Y es que Elettra ha hecho gala de su afición a las grandes fiestas y al derroche de dinero en el día más feliz de su vida.
En una ceremonia no demasiado multitudinaria, solo rodeada de sus seres más queridos, pero con mucho brillo, champán, detalles dorados e incluso fuegos artificiales sobre el cielo estrellado, la joven ha querido gritar al mundo que ya es una mujer casada.
Elettra hacía su aparición sobre la alfombra roja hasta el altar del brazo de su multimillonario padre, Tonino Lamborghini. Para la ocasión, la novia lucía un diseño en blanco muy ceñido, con escote corazón, encaje y un largo velo que caía desde su melena azabache hasta el suelo.
La boda parecía inspirada en un jardín encantado, pues estaba plagado de excesiva vegetación, con rosas blancas y tonos pastel que adornaban cada rincón y convertían el espacio dedicado al comedor en una auténtica selva.
Tras un atardecer romántico en el que leyeron sus votos, se pusieron las alianzas de oro puro y se fundieron en un apasionado beso ante sus decenas de invitados, llegó el momento de la cena.
Frente al lago de Como, sus amigos y familiares disfrutaron de unos manjares locales rodeados de cubertería de dorada, sillas de diseño y centros de flores muy recargados.
Una vez llenos de energía y con la luna ya sobre el cielo, Elettra se cambió de vestido y escogió un traje sensual, con una abertura infinita en la pierna que dejaba al descubierto su lencería, que le permitía bailar sin cesar. De hecho, para estar aún más cómoda, escogió para ir a la pista de baile unas zapatillas del lujoso hotel en el que se alojaban.
La tarta nupcial fue tan impresionante como la propia boda. Seis gigantescos pisos de crema dulce y nata, coronada por un detalle floral muy acorde a la temática de la celebración italiana.
La música de la fiesta no pudo ser mejor ya que entre los invitados había grandes amigos y compañeros de trabajo del novio, DJ de profesión, que amenizaron la velada hasta altas horas de la noche. No obstante, los recién casados tampoco alargaron la jornada demasiado, ya que este domingo han querido madrugar y disfrutar de un gran desayuno en su espectacular terraza en la Villa Balbianello, una lujosa casa y museo frente al lago de Como.
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