El 26 de enero de 2020 estará marcado para siempre en el calendario personal de la vida de los Bryant, la familia que perdió a su estandarte principal, la estrella del baloncesto Kobe Bryant y su hija, la pequeña Gianna Maria en un accidente de helicóptero.
Fue en Calabasas, California, a donde tanto la leyenda del basket como su hija de 13 años, toda una joven promesa del deporte, se dirigían para entrenar. Pero el horroroso destino y, según desvelaron medios americanos, la opaca niebla de aquel día hizo que el vehículo en el que viajaban Kobe y Gianna Maria junto a siete personas más acabara estrellándose en las colinas sin dejar supervivientes.
De aquel trágico suceso ya ha pasado casi un año. Y es ahora cuando Vanessa Bryant, la viuda de Kobe está empezando a desprenderse del parte del patrimonio inmobiliario que compartían. Recientemente se ha conocido que ha cerrado la venta de una de sus masiones. Una impresionante vivienda valorada en dos millones de dólares -unos 1,7 millones de euros al cambio actual-, en la ciudad de Irvine, en el estado de California.
La espectacular mansión de estilo toscano se levantó en el año 2003, pero la pareja la adquirió en 2013, para tener otra propiedad cerca de su vivienda principal en Newport Coast, en el mismo condado de Orange. Cuenta con 215 metros cuadrados, con tres dormitorios y tres baños en una planta. Las vigas vistas dominan la sala de estar con chimenea. Su cocina destaca por una gran isla de piedra caliza. En el exterior, el patio de ladrillo aislado con una chimenea y un spa en el suelo.
Fue el pasado mes de mayo cuando se conocía que Vanessa Bryant recibiría una herencia que superaba los 200 millones de dólares -unos 183 millones de euros- después de la muerte de su esposo y de una de sus hijas menor de edad. Esta ingente cantidad de dinero proviene de la participación inicial de cinco millones que hizo el afamado jugador de baloncesto en BodyArmor, una marca de bebidas deportivas. Mike Repole, su fundador, vendió una participación accionaria significativa de la marca a Coca-Cola en 2018, y el acuerdo disparó el valor de su compañía a 2.000 millones de dólares -más de 1.800 millones de euros-.
El amor truncado de Kobe y Vanessa
Kobe y Vanessa Bryant formaban una de las parejas más sólidas del panorama hollywoodiense. A finales de los 90, la estrella de la NBA quiso probar suerte en el mundo de la música y fue a raíz de sus ensayos junto a la bailarina Vanessa cuando surgió el amor entre ellos.
Kobe y Vanessa contrajeron matrimonio en el año 2001 en una boda que fue de película. Fruto de su inquebrantable relación sentimental nacieron sus cuatro hijas: todas niñas con nombres compuestos. El segundo de ellos en español, por las raíces mexicanas de Vanessa. Así, llegaron al mundo Natalia Diamante (17), Gianna María, Bianka Bella (3) y Capri Kobe.
La pequeña Capri tan solo tenía siete meses cuando su padre y su hermana fallecieron. La segunda hija del matrimonio Bryant, Gianna María, conocida cariñosamente como Gigi era una gran amante del baloncesto, herencia directa de su padre. Desafortunadamente, la vida le tenía preparada un revés inesperado no solo a ella, sino también a su progenitor. Aquella gélida mañana de enero, ambos encontraban la muerte en un trágico accidente mortal.
"Mis hijas y yo queremos dar las gracias a las millones de personas que nos han mostrado su cariño y apoyo en estos terribles momentos", comenzaba relatando Vanessa en su primera carta al mundo tras el fallecimiento de su marido y su hija. "Gracias por vuestras oraciones. Definitivamente, las necesitamos. Estamos completamente devastadas por la inesperada pérdida de mi adorado marido, Kobe -el maravilloso padre de nuestras hijas- y de mi preciosa y dulce Gianna -una hija cariñosa, generosa y maravillosa-, y una increíble hermana para Natalia, Bianka y Capri", concluía Vanessa.
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