Donald Trump (74 años) y Melania (50) se han despedido este miércoles de la Casa Blanca antes de que tome posesión Joe Biden (78) en las próximas horas. De este modo, la 'era Trump' ha tocado a su fin y el matrimonio se ha despedido de la que ha sido su casa hasta la fecha. Ambos han apurado, eso sí, hasta el último momento para abandonar. Ante una gran expectación mediática, Melania ha sido la que ha acaparado todas las miradas de los flashes, más allá de la corbata roja que ha lucido el mandatario, también reseñada.
Con un total look en negro, la primera dama de Estados Unidos se ha decantado por un conjunto de Dolce & Gabbana, combinado con una chaqueta de Chanel, de la colección Metiers d'Art 2020, una americana de manga larga y cuerpo abotonado. Además, todo ello lo ha completado con un bolso de Birkin de cocodrilo, valorado en 70.000 dólares. De este modo, Melania -que, al igual que su marido, no ha portado en su despedida la mascarilla reglamentaria contra la Covid-19-, ha dicho adiós a la Casa Blanca al más puro estilo lady, del mismo modo que llegó.
No obstante, si bien aterrizó con un look en azul bebé en enero de 2017, cierra esta etapa, cuatro años después, con un lady de riguroso negro. La mujer de Donald ha confiado en sus básicos para tan insigne día, decantándose por unos salones de Louboutin que, como ya es habitual, la elevaban unos centímetros por encima de su marido. Además, uno de los aspectos de su look que más ha llamado la atención ha sido su cabello, recogido en un discreto moño bajo.
Aunque en todo momento ha estado con el rostro oculto tras unas grandes gafas de sol -también en negro-, se podía apreciar una sonrisa serena y perenne durante toda la sesión fotográfica que ha seguido sus últimos ecos en la Casa Blanca. No cabe duda de que la mujer de Trump despide, junto a él, una de las etapas más convulsas y de mayor exposición mediática. Antes de subirse al avión que los esperaba a punto con destino a un conocido club de golf en Florida, desde donde seguirán la toma de posesión junto al resto de la familia, Melania ha entonado un último discurso: "Ser vuestra primera dama ha sido mi más grande honor. Gracias por vuestro amor y vuestro apoyo. Estaréis en todos mis pensamientos y oraciones. Que Dios os bendiga, que Dios bendiga a vuestras familias y a esta hermosa nación".
En este día tan importante para los Estados Unidos, la familia de Donald Trump no ha querido perderse esa histórica salida de la Casa Blanca. Así, junto al mandatario y su mujer, se encontraban Donald Jr., Ivanka, Eric, Tiffany y Barron Trump, sus hijos y consortes, que han presenciado este abandono desde una distancia prudencial. Tan solo los más pequeños de la familia lucían su mascarilla. Tanto Ivanka como Tiffany han compartido el mismo estilo que Melania: sobriedad al negro.
En las últimas horas, Tiffany ha anunciado su compromiso matrimonial. "Ha sido un honor celebrar muchos hitos, ocasiones históricas y crear recuerdos con mi familia aquí en la Casa Blanca, ¡ninguno más especial que mi compromiso con mi increíble prometido Michael! ¡Me siento bendecida y emocionada por el próximo capítulo!", escribió en su cuenta de Instagram, junto a una instantánea en la que posa con su pareja, Michael Boulos (23), cerca del ala oeste de la Casa Blanca.
Jill, otro estilo e imagen
El estilo de Jill Biden recuerda al de la primera dama francesa, Brigitte Macron (67). Es clásica y recatada. Suele optar por conjuntos de falda y chaqueta, vestidos, zapatos altos o botas. Utiliza colores tradicionales, pero también incorpora tonos atrevidos. Sus looks, además, tienen un poco de su esencia y de su historia. La primera dama de Estados Unidos es profesora de inglés y a lo largo de su trayectoria ha ejercido profesionalmente en diferentes escuelas. Además, con sus looks, Jill demuestra que, al igual que la Reina de España, está comprometida con el medioambiente. Pese a su elegancia, no llegará a ser un icono de moda.
Melania se propuso cautivar a la ciudadanía norteamericana con su faceta más lady. Una postura muy diferente a la que mostró durante 8 años su predecesora, Michelle Obama (57), que prefirió que se la evaluara por sus iniciativas antes que por sus trajes. Pero la eslovena parecía querer dejar el protagonismo a su marido en el ámbito político y ella ser su mejor apoyo en lo personal, al menos públicamente.
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