"Ve y échaselo a los perros", exclamó furioso Rock Hudson a su publicista, Yanou Collart, al darle permiso para anunciar públicamente el 25 de julio de 1985 que padecía sida. Los perros, es obvio, eran los periodistas que buscaban carnaza (noticia) a las puertas del Hospital Americano de París -allí falleció Bette Davis en 1989 tras recoger el premio Donostia en el Festival de Cine de San Sebastián- donde se habían atrincherado tras los rumores que vinculaban al protagonista de Gigante con el denominado cáncer de gays. JALEOS se ha puesto en contacto con Collart a través de su editorial, pero no ha respondido.
Ella fue quien dio permiso para que su cliente acudiera a Barcelona para que Ángel Casas le entrevistara en septiembre de 1984. La estrella ya estaba enferma, su deterioro físico era obvio, pero Collart tapó la realidad alegando que le habían operado del corazón. Pidieron ayuda a la primera dama Nancy Reagan, que había sido colega de Hudson en Hollywood, pero la rechazó de un hachazo. Pero sus amigas y confidentes, Elizabeth Taylor y Doris Day viajaron hasta París para estar a su lado. De hecho, cuando el actor falleció a los 59 años el 2 de octubre de 1985 fundó la American Foundation for AIDS Research (amfAR) y en 1991 Elizabeth Taylor AIDs Foundation. En aquella época, a Taylor la dejaron sola en su batalla. Prácticamente ningún intérprete quiso ayudarla.
Su homosexualidad era consabida, y aunque él solía acudir a garitos gay sin esconderse de nada ni de nadie, la prensa le respetó gracias a la campaña orquestada por su poderoso agente Henry Wilson. El actor fue la primera celebridad en confesar que padecía sida. Pronto cundió el pánico. ¡Había besado a Linda Evans (Krystle Carrington) en el rodaje de Dinastía!. Había sido su último papel. Hollywood entró en pánico. Se dijo que Linda estaba desesperada por hacerse una prueba de sangre, pero años después despejó aquellos rumores alegando que "aquel beso casto, como el de un niño, fue un gesto de protección. Sabía que estaba enfermo y me protegió".
El mundo del espectáculo tiritaba. Había pánico. Y aumentó cuando Gia Carangi se convirtió en la primera supermodelo en fallecer de sida a los 26 años en noviembre de 1986 tras haber ejercido la prostitución y haber consumido drogas. Una historia que reflejó en el cine Angelina Jolie (46). La literatura también se tiñó de luto cuando el filósofo y escritor Michael Foucault murió de esta enfermedad en junio de 1984 en París. Lo poco que se sabía de esta dolencia a principios de los ochenta es que los enfermos tenían sarcoma de Kaposi que se daba principalmente entre hombres jóvenes homosexuales. Se había estigmatizado. Brad Davis, consagrado por El expreso a medianoche (1977), lo contrajo en 1985 y seis años más tarde, cansado y deprimido porque casi todo el mundo le había dejado de lado, pidió el suicidio asistido por drogas. Tenía 41 años.
El intercambio de jeringuillas de los heroinómanos, las relaciones sexuales múltiples sin importar la orientación sexual y las transfusiones de sangre fueron otros orígenes de la enfermedad. Ya no era patrimonio de la comunidad LGTBI, cualquier otra persona podía ser portadora del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. Otros rostros conocidos vinculados a esta devastadora enfermedad son Rudolph Nureyev, Freddie Mercury, Anthony Perkins, Steve Rubell, Elizabeth Glaser, Tina Chow o Dack Rambo, entre otros.
El horror no tardaría en cruzar el charco hasta llegar a España. El consagrado poeta Jaime Gil de Biedma fue la primera gran figura influyente en contraer la enfermedad que empezaron a tratar, casualidades de la vida, en un hospital parisino desde donde escribió la última parte de sus diarios. El intelectual ayudó a visibilizar este veneno social. Falleció en 1990, pero su patrimonio sigue vivo a través de dos de sus sobrinas más conocidas, Esperanza Aguirre (69) y Gil de Biedma (69) y la fotógrafa Bárbara Allende y Gil de Biedma, conocida artísticamente como Ouka Lele (64).
El gran shock llegó cuando la amiga de los niños que fueron a la EGB en los ochenta, Sonia Martínez, confesó en 1990 que tenía sida. De haber saboreado la fama gracias a 3,2,1… contacto (1982) y Dabadabada (1983), cayó en el submundo de las drogas y la prostitución, vendió sus anillos de boda para comprar heroína, dormía en las calles, su madre se desentendió de ella y sus amigos de la época brillante desaparecieron. Desgraciadamente falleció con 30 años en 1994 y al entierro solo acudieron tres personas, su padre, su hermana y su exmarido. Aunque ya había transcurrido más de una década desde la aparición de los primeros casos, la gente tenía miedo a tocar a los enfermos y no se compartían los cubiertos.
Una de las celebridades más notables que ayudó a desestigmatizar el VIH fue Lady Di que desafió las leyes de los Windsor para anteponer su figura como princesa de Gales para ayudar a concienciar porque la desinformación estaba dañando y menguando a la sociedad. Aquellas fotos de Diana de Gales dando la mano a varios enfermos sin guantes, ni batas, ni mascarillas en el hospital Middlesex de Londres el 9 de abril de 1987 significó un antes y un después en la percepción de la mortífera enfermedad que con los avances de la ciencia ya se considera una enfermedad crónica. Su gran amigo Elton John (74) aprovechó su conexión y su influencia para recaudar fondos para ayudar a la investigación a través de su fundación homónima. Hoy, 1 de diciembre, es el Día Mundial del Sida. La precaución es primordial.
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