Aaron Carter ha fallecido este sábado 5 de noviembre a los 34 años de edad. Conocido por su faceta de cantante y actor y por ser hermano de Nick Carter, componente de los Backstreet Boys, el artista ha sido encontrado muerto en su casa de Lancaster, en California.
Tal y como asegura el medio TMZ, su cuerpo ha sido hallado en la bañera de la vivienda. Las autoridades lo han encontrado poco después de recibir una llamada, sobre las 11 de la mañana hora local, que alertaba que una persona se había ahogado en la ducha.
A la vivienda se han desplazado tanto efectivos policiales como un servicio médico, que solo han podido decretar el deceso del rapero. De momento, no han trascendido más detalles sobre las posibles causas, pero se barajan todas las opciones.
Aaron Carter arrastraba de sí una larga lista de escándalos y delitos y fue detenido en varias ocasiones. La primera de ellas en 2008, cuando fue arrestado por exceso de velocidad. Más grave fue la causa que le llevó a estar entre rejas en 2017:posesión de drogas y conducción bajo los efectos del alcohol.
Una acusación obvia que, sin embargo, no dudó en negar en televisión asegurando: "No bebo nada de alcohol, tengo una enfermedad llamada hernia de hiato que me impide beber. Cuando tenía 19 años, me hicieron una endoscopia en Tennessee y fui diagnosticado. El médico me recomendó evitar el estrés, o de lo contrario me pasaría factura y podría desarrollar un cáncer".
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El abuso de sustancias no terminó ahí y fue una constante en su vida durante los últimos años, en los que se volvió adicto a los calmantes y el alcohol. Pero también sufría diversas enfermedades mentales, tal y como desveló él mismo en una entrevista en el año 2019, confesando que padecía esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión maníaca y ansiedad.
Ese mismo año su hermano Nick decidía poner una orden de alejamiento contra él alegando que había amenazado con matar a su "esposa embarazada y a su futuro hijo". Una decisión que el de los Backstreet Boys anunció a golpe de comunicado en sus redes sociales y con la que marcaba la distancia con su hermano menor.
El último de sus problemas salía a la luz hace apenas dos meses, en septiembre de este año, tras conocer se conocía que Aaron Carter había ingresado de manera voluntaria en un programa de desintoxicación con el fin de recuperar la custodia de su hijo, Prince, de un año. "Es un programa de abstinencia y trabajo con un orientador privado. Hago terapia de grupo, doy clases sobre paternidad y recibo cursos contra la violencia doméstica. Tengo un curso en primeros auxilios y hago muchas cosas distintas a la vez", comentó al diario The Sun.