Un año más, la Casa Blanca se ha engalanado de Navidad. Este lunes, 28 de noviembre, desde la residencia presidencial, Jill Biden (71 años) dio la bienvenida a una temporada de fiesta bajo el lema We the People ("Nosotros, el pueblo", en español). Una frase que hace alusión al preámbulo de la Constitución estadounidense, que empieza de la misma manera.
La primera dama presentó la impresionante decoración de la Casa Blanca, adornada con 77 abetos, más 83.000 luces y un sinfín de elementos propios de la temporada navideña. Entre ellos, campanas, animales de cartón, nieve artificial y hasta una réplica de jengibre de la misma residencia, en la que se utilizaron más de 13 kilogramos de chocolate y 18 de glaseado real.
Este año, la decoración, en la que trabajaron 150 voluntarios durante una semana, pretende "captar el espíritu encarnado en la idea misma de Estados Unidos".
La primera dama quiso dedicar esta edición, especialmente, a las familias de la Guardia Nacional de Estados Unidos para "dar apoyo" a aquellos que "representan el corazón" de las comunidades. "Hay que reconocer su servicio y hacerles saber que no están solos", reivindicó la esposa de Joe Biden (80), quien como madre y abuela de miembros de la Guardia Nacional incidió en la labor de esas fuerzas, que "a menudo pasa desapercibida".
Siguiendo el eslogan de este año, una réplica de galleta del Salón de la Independencia de Filadelfia también preside el comedor, rebautizado We the Children ("Nosotros, los niños") y dedicado a los pequeños protagonistas de las festividades.
La primera dama animó a "ver la Navidad desde los ojos de los niños" y especialmente, siguiendo la línea de su discurso, se refirió a los hijos de miembros de la Guardia Nacional, con quienes conversó por la mañana para conocer sus historias y aprender "cómo darles un mejor apoyo".
Tanto Willow como Commander, los perros de la familia Biden, aparecen en alguna que otra sala en formato cartón, mientras que otras figuras de animales como las de los pájaros oficiales de los 57 estados, territorios y el Distrito de Columbia cuelgan del gran árbol de la Habitación azul.
A la decoración se suma la música de la orquesta que acompaña al presidente cuando recibe invitados, como en cenas de Estado y firmas de proyectos de ley. Canciones navideñas como Sleigh Ride y la Danza del Hada de Azúcar del ballet del Cascanueces son las más deseadas por los asistentes, confesó el director de la Banda de Marines de Estados Unidos, Jason Fettig, a Efe, quien lleva dos semanas preparando el repertorio.
Aún con 25 eventos más en la agenda, la orquesta presidencial amenizará la decoración de Navidad para todos aquellos que visiten la Casa Blanca este diciembre. La secretaria de prensa de la Oficina de la primera dama, Vanessa Valdivia, aseguró a la mencionada agencia que esperan que unas 50.000 personas recorran estas salas.