Mario Vargas Llosa, cinco problemas de salud en 5 años: de su aparatosa caída en Villa Meona a su segundo covid

Mario Vargas Llosa (87 años) se recupera en el hospital de su último bache de salud. El Nobel de Literatura permanece ingresado en la Ruber Internacional desde el pasado sábado, 1 de julio, tras contagiarse de Covid-19. Aunque en un principio la noticia preocupaba a sus seguidores, su hijo Gonzalo (56) ha comunicado que "está estable", sobreponiéndose y haciendo frente al virus por segunda vez. 

Fue en abril de 2022, cuando el escritor peruano sufrió una complicación de una neumonía derivada de otro contagio de coronavirus. Entonces, todavía pareja de Isabel Preysler (72), también ingresó en el hospital. Tras cinco días bajo observación médica, Vargas Llosa recibió el alta y continuó con su rutina. 

Pero la Covid-19 no ha sido el único motivo por el que el novelista ha pasado por el hospital en los tiempos recientes. Aunque ha presumido de buena forma física, en los últimos cinco años el escritor ha hecho frente a varios problemas. Alguno, propio de la edad. 

[Isabel Preysler no ha llamado para interesarse por la salud de Mario Vargas Llosa tras su ingreso de urgencia por Covid]

Desde hace varios años, Mario Vargas Llosa no suelta su bastón. Gtres

Desde hace un tiempo, el Nobel ha acudido a sus compromisos profesionales apoyado en un bastón que le permite caminar con mayor comodidad. La primera vez que se le vio con este instrumento fue en 2019, cuando presentó su obra Tiempos recios. Ante la preocupación de la prensa, Vargas Llosa mantenía la calma y explicaba que recurría a éste debido a "un problema de espalda". 

Poco después, en un evento en el que ella era la gran protagonista, Isabel Preysler añadió que el escritor había tenido "problemas de una vértebra dorsal" y se sentía "más seguro con bastón". Todo apunta a que no fue un bache puntual, ya que desde entonces han sido contadas las veces que se ha visto al Nobel de Literatura sin su instrumento de apoyo. 

Entre sus últimos contratiempos, también cabe recordar la vez que en ingresó en la clínica Ruber tras sufrir una aparatosa caída. El hecho tuvo lugar en la madrugada del 21 de agosto de 2018, en la casa de Isabel Preysler en Puerta de Hierro. Entonces, Vargas Llosa acudió de urgencia al hospital Ruber Juan Bravo por sufrir "un dolor intenso en la zona del glúteo y la cadera izquierda". Tras estudios de imagen, radiología simple y TAC, no se apreció ninguna fractura ósea. Sólo un importante hematoma en el glúteo izquierdo y un leve traumatismo craneoencefálico. 

También en 2018, a comienzos de año, Mario Vargas Llosa sufrió una afección cardíaca mientras se encontraba en Lima. Aunque entonces no se dieron mayores detalles, sí se pudo conocer que el escritor ingresó en el hospital por una complicación en el corazón. Tras su alta, salió del hospital sin ofrecer declaraciones y acompañado por su familia, su principal apoyo en los buenos y malos momentos. 

En 2018, Vargas Llosa sufrió una aparatosa caída en la casa de Isabel Preysler. Gtres

Ahora que vuelve a estar ingresado por un segundo contagio de Covid-19, Mario Vargas Llosa se encuentra arropado por sus hijos y su mujer, Patricia Llosa (78). La prensa congregada frente a la puerta del hospital ha captado cada una de sus visitas, llegando a hablar con algún miembro de la familia. Gonzalo, el mediano de sus tres vástagos, ha sido el más cercano y el único en dar el parte médico. 

"Somos optimistas y esperamos que dentro de unos días ya le den el alta y pueda regresar a casa", ha comentado ante los micrófonos de Europa Press. "Le podemos ver y a través de una ventana podemos tener contacto con él. Estamos toda la familia y nos estamos turnando para que siempre haya alguien con él" ha explicado, tranquilizando respecto al estado del escritor, que a causa de su avanzada edad no deja de ser un paciente de riesgo a pesar de sus buenas condiciones físicas. 

En este tiempo, tanto Mario como su familia han recibido "el apoyo de centenares de personas que nos han escrito y han llamado para solidarizarse con él y con la familia, y para preguntar por su estado de salud". Quien de momento no se ha interesado en la salud del Nobel de Literatura ha sido su expareja. A día de hoy, Isabel Preysler se encuentra inmersa en los últimos preparativos de la boda de su hija Tamara Falcó (41).