Nada ni nadie ha podido salvar a Dani Alves (40 años). Ni la defensa de su mujer, Joana Sanz, ni la protección de su madre y principal escudera, María Lucía, ha evitado su condena. Tras casi 400 días en prisión preventiva, el futbolista ha sido declarado culpable de agresión sexual y se enfrenta a una condena de cuatro años y seis meses de cárcel.
Alves seguirá tras las rejas por violar a una joven en una discoteca de Barcelona en enero de 2022. También se le imponen cinco años de libertad vigilada, alejamiento e incomunicación de la víctima durante nueve años y seis meses. Además, una indemnización de 150.000 euros y pago de las costas.
El caso quedó visto para sentencia el pasado 7 de febrero después de tres días de juicio en los que estuvo presente la progenitora del deportista, conocida como Dona Lucía. No para testificar, sino para arropar a su hijo. Desde que detuvieron a Dani Alves, ha ejercido de madre abnegada, defendiendo al futbolista de cualquier acusación.
"Han sido tres días muy difíciles, no ha sido fácil, pero yo sigo confiando en Dios, en la inocencia de mi hijo y en la justicia", expresaba tras el juicio en una entrevista con el programa de Telecinco Vamos a Ver. "Es un hombre leal. Mi hijo pasó a tener las responsabilidades de un adulto ya con 16 años. Es la clase de hombre que abre la puerta del coche para las mujeres...", insistía.
Sus palabras no resultaban extrañas, pues en todo este tiempo ha sido ella quien ha ejercido de portavoz de Dani Alves. Más allá de defenderle, ha hablado públicamente sobre su situación en prisión. "He estado viéndole varias veces, interactuando conmigo, con gestos de cariño, algún beso… He visto a mi hijo, pero no he podido estar con él", explicaba Dona Lucía en medio de una dura situación que no le desea "a nadie".
El pasado mayo, tras visitar a Dani en el centro penitenciario Brians II, mantenía un discurso similar: "Estoy muy fuerte, muy fuerte para demostrar la inocencia de mi hijo. Él es inocente y lo vamos a probar. Tengo fe, creo en la inocencia de mi hijo, es un hombre bueno y una buena persona que nunca ha hecho daño a nadie en su vida".
En ocasiones, Dona Lucía también ha defendido a su hijo a través en sus publicaciones en redes. Sin embargo, esa férrea insistencia por intentar probar su supuesta inocencia, le ha llegado a jugar malas pasadas. Precisamente en la web 2.0.
El pasado 30 de diciembre, a casi un mes del juicio contra el futbolista, María Lucía difundió un vídeo en las redes sociales con imágenes de la presunta víctima. En concreto, un montaje de publicaciones de la denunciante, además de su nombre completo y su edad. Su intención era reclamar la inocencia del jugador. La madre de Dani Alves quería así señalar los comportamientos de la mujer en fechas posteriores a la agresión sexual.
La difusión del vídeo iba en contra de lo que había ordenado el Juzgado de Instrucción número 15 de Barcelona, pues el juez determinó que no se debía filtrar ningún dato que permitiera identificar a la mujer por su protección.
Aquello vulneraba la decisión judicial y, finalmente, Dona Lucía eliminaba cualquier rastro del vídeo. Eso sí, nada impidió una denuncia por parte de la afectada, que hasta entonces se había mantenido en el anonimato por petición propia. La progenitora de Alves reculó antes del juicio, pero aquello tampoco pudo salvar a su hijo. Dani ha sido condenado.
Su relación con Joana
El pasado 6 de febrero, tras la segunda sesión del juicio contra Dani Alves, Joana Sanz y Dona Lucía se intercambiaron un cariñoso gesto que demostró que se apoyan entre ambas y que se mantienen muy unidas en el peor momento del futbolista.
La modelo, que entonces defendió a su pareja, bajó las escaleras de la Audiencia de Barcelona de la mano de su suegra. Tras charlar unos instantes en la puerta, se fundieron en un abrazo.