Este pasado 16 de julio, se cumplieron dos años de la primera de las bodas que unió en matrimonio a Jennifer Lopez (54 años) y Ben Affleck (51) y que se celebró en Las Vegas. A partir de ese momento, la pareja vivió un verano de ensueño y cargado de amor que concluyó con un gran enlace en la casa del actor en Hampton Island el 20 de agosto de 2022.
Su relación parecía ser de película: cómo la vida les había vuelto a unir 20 años después. Pero no todo es un cuento de hadas y así lo han demostrado. En los últimos meses no han dejado de sucederse los rumores de su ruptura, que ellos no han confirmado ni tampoco negado.
Ahora han pasado su segundo aniversario de bodas desde la distancia, algo que ha avivado todavía más si cabe los rumores de crisis. Pero no es el único movimiento sospechoso de la pareja en estas últimas semanas. Hace unos días, el todavía matrimonio ponía a la venta su casa en Los Ángeles.
En concreto, se trata de la vivienda que tienen en la urbanización privada Crestview Manor, situada en un promontorio de Beverly Hills y que han puesto a la venta por 62,3 millones de euros. Según han apuntado medios estadounidenses como US Weekly, sería el actor el que tendría más prisa por poner fin a esta etapa de su vida: "Quiere deshacerse de la casa. Nunca fue feliz allí". La misma fuente señala que la primera idea de la pareja fue ponerla a la venta fuera del mercado tradicional, pero finalmente cambiaron de estrategia para atraer la atención de otros compradores.
La finca fue construida en 2004, pero desde entonces ha sido reformada en numerosas ocasiones para incorporar la tecnología más avanzada y readaptar el estilo a las nuevas tendencias. Cuenta con 3.500 m2 que cuenta con varias edificaciones perfectas para la vida de una gran familia, como es la suya.
El primer edificio es el principal, que tiene 12 dormitorios y cuenta con 24 baños. Además, el lugar también cuenta con un chalé independiente para invitados, perfecto para todos los amigos de profesión tanto de Jennifer Lopez como de Ben Affleck. También tienen una casa para el conserje e incluso otra casa pequeña con dos habitaciones para el personal de seguridad.
Uno de los datos más llamativos es la capacidad que la vivienda tiene para vehículos: 12 en la casa principal y hasta 80 en un aparcamiento al aire libre. Además de los edificios principales, el lugar también tiene un complejo deportivo cubierto con pista de baloncesto, gimnasio equipado, ring de boxeo, bar y hasta un salón deportivos.
Se trata de una vivienda espectacular y que promete ofrecer los mejores servicios al afortunado comprador que esté dispuesto a desembolsar la millonaria cantidad. Llama la atención su piscina infinita que se encuentra junto a los jardines de la finca. No hace falta salir de los muros de Crestview Manor para disfrutar de una vida paradisiaca.
La urbanización es una de las más prestigiosas de la zona por lo segura que es. Tanto es así que solo se puede acceder a través de calles privadas y cerradas con seguridad privada. En los últimos años, esta mansión ha experimentado un cambio de valor. En 2018, el lugar se puso a la venta por 135 millones de dólares. Tiempo después, ya después de su compra por parte de la pareja, se redujo a 75 millones.
Actualmente, la estrella de Good Will Hunting vive en un piso de alquiler en Brentwood, para poder estar cerca de sus tres hijos: Violet (18), Fin (15) y Samuel (12). Fuentes cercanas han asegurado que ya el intérprete ya ha recogido todas sus pertenencias de hogar conyugal.