No es de extrañar que estés aburrida del clásico traje-falda para ir al trabajo. ¿Sabías que hay muchas opciones para irrumpir en el trabajo con un estilo impecable? Nosotros te proponemos cinco looks a los que no podrás decir que no.
Traje
El traje siempre es una de las opciones más comunes y que seguro arrasará. Lo que está arrasando son los trajes de rayas diplomáticas, aunque si eres atrevida, también puedes optar por trajes a cuadros o incluso con algún otro estampado irregular. Si no quieres ir demasiado seria, siempre puedes incorporar zapatillas al uniforme. ¡Marcarás tendencia!
Básico
Nada como unos pantalones de pinza y una camiseta básica. Los colores más combinables son los básicos blanco, negro y gris. Aunque no descartes los marrones e incluso algún burdeos. Si no quieres ir en tacones, mejor con unos Oxford de charol negros.
Vestido
La duda de siempre: ¿puedo ir con vestido al trabajo? ¡Por supuesto! Claro que, como en todo, hay unas normas. Los vestidos largos están descartados, no vas a ninguna gala, y, por supuesto, los vestidos de palabra de honor.
Los demasiado cortos tampoco son una de las mejores opciones. El largo perfecto es antes de llegar a la rodilla, aunque ya sabes que el corte ‘midi’ está triunfando también y podrías triunfar con él.
Falda
Nada como una falda de corte ‘midi’ y con pliegues. No descartes conjuntarlo con un jersey oversize o XXL y unos mocasines, como lo que nos propone Pull & Bear
Mono
¿Y por qué no? Esta prenda se ha convertido ya en un básico imprescindible del armario. Aunque deberás distinguir entre un mono de fiesta y uno de diario. Nosotros optamos por este básico sin mangas en azul marino de H&M.