Después de que hace poco más de un año se trasladase al Hotel Eurobuilding, el restaurante de David Muñoz se encuentra hoy mucho más asentado que nunca. Esto no significa que en DiverXO hayan sentado la cabeza, sino que su propuesta es ahora mucho más sólida, más redonda, menos agresiva y más consistente que nunca.
La magia y la esencia de su cocina continúan, pero, quizá, de una forma más relajada que hace un año. Encontramos hoy a un Muñoz más sereno, sin la necesidad de epatar en cada pase; ahora los platos, lienzos en este caso, te llevan de un sitio a otro, y van evolucionando progresivamente sin dar la sensación de que cada uno de ellos tenga que ser un trallazo al paladar y las papilas gustativas. Y todo ello sin perder un ápice de su esencia.
Los juegos y guiños siguen presentes, al igual que los recuerdos de la infancia y los sabores imposibles de cien mil viajes reales o imaginarios. La imaginación y la creatividad siguen siendo desbordantes. Pero si hay algo que permanece inalterable en DiverXO son las combinaciones de sabores y gustos. Aquí Dabiz, como a él le gusta llamarse, es único. Sus lienzos siguen llenos de agripicantes marca de la casa, salsas híper reducidas que acompañan productos de medio mundo en combinaciones inimaginables y técnicas precisas.
Además la sala se ha asentado y mejorado, el servicio se ha relajado y se le ve mucho más cómodo en esta nueva etapa. La provocación sigue, pero algunas prácticas que resultaban algo agresivas hacia los comensales han desaparecido. Y todo ello con la aquiescencia de Javier Arrollo, el sumiller, cada vez más metido en su papel de irreverente cicerone presentando armonías inverosímiles y provocando con algunas herejías enológicas, como una sangría elaborada con un magnífico tinto del Priorat.
El comensal solo tiene dos opciones: elegir entre un menú largo y otro muy largo, que puede llegar a durar cinco horas, estructurados en platos que se van desarrollando con la intervención de camareros y cocineros, a medida que el comensal los va comiendo.
Y así los lienzos se suceden al igual que las sensaciones y emociones.
Paellas que no lo son, sopas imposibles, croquetas de kimchi coreano, niguiris de las cosas más inimaginables, dumplings de arroz, ensaladas reinventadas, guisos que van desde la Francia de principios de los 70 al Japón más heterodoxo… Todo tiene cabida en el mundo DiverXO; pero lo más importante, una vez en el plato, todo cobra sentido.
Dirección: Calle de Padre Damián, 23 (Hotel NH Collection Eurobuildng) 28036 Madrid
Teléfono: 915 70 07 66