Úrsula Mascaró (años) se sitúa en el centro del movimiento Mos Movem. La diseñadora ha expresado con la plataforma su deseo de que los médicos de Menorca no tengan que hablar el catalán de forma obligatoria para poder ejercer en las Islas Baleares. La diseñadora se coloca así en el centro de la gran polémica lingüística actual.
La balear nació en la isla menorquina en una familia volcada en la industria del calzado. Con 16 años Úrsula puso un pie en el taller para cortar pieles para los zapatos y así comenzar a ayudar en el negocio. Un años más tarde, se mudó a Londres para estudiar. En la capital inglesa empezó la carrera de Diseño de Interior aunque años más tarde, unida a la firma familiar, lanzó su propia gama de calzado. Desde entonces, su vida empresarial ha estado dedicada al diseño de estas prendas.
Con tan sólo 20 años ya tenía una firma propia en el mercado. Sus diseños extrañaron en el mercado nacional, los clientes habituales de los años 80 no estaban acostumbrados a los colores flúor ya unos diseños tan diferentes. Aún así consiguió alcanzar el éxito.
La que hoy es criticada por sus posición frente al idioma en sus islas, ha estado siempre en el huracán mediático por los estilismos de las famosas.
Cabeza de una gran empresa
La marca Mascaró nació en 1918 como un taller de zapatillas de bailarina y ahora envuelve varias firmas bajo un mismo sello. Úrsula forma parte de la tercera generación y puede erigirse como una de las grandes embajadoras de la marca. Muchos de sus modelos han alcanzado el éxito entre referentes de la moda.
Pretty Ballerinas es la marca estrella. Úrsula consiguió exportar la firma más allá de las fronteras nacionales. Muchas celebrities han lucido las bailarinas y accesorios de esta marca. La última en hacerlo ha sido la duquesa de Cambridge, Kate Middleton (36), en los premios Bafta para los que eligió un bolso de la firma española de 169 euros.
Mascaró cuenta con 100 tiendas propias en todo el mundo y cerca de 5000 multimarcas. A nivel nacional, sus zapatos también han sido una elección real. La reina Letizia (45) y sus hijas, Leonor (12) y Sofía (10), se han dejado ver en público con algunos de los diseños de Pretty Ballerinas.
En la última aparición oficial de las dos niñas, ambas pisaban con unas Pretty Ballerinas. Fue en la entrega del Toisón de Oro a la princesa Leonor, cuando las dos niñas lucían un par de bailarinas de la marca de Úrsula Mascaró.
No sólo las celebrities y la realeza apoyan a la marca española. También las grandes influencers se han volcado en el proyecto de la familia balear. La última en hacerlo ha sido Olivia Palermo (31), la estadounidense es fiel a Mascaró y, en especial, a Pretty Ballerinas. Incluso se ha arriesgado con el último modelo de sneakers que ha sacado la firma.
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