El Triángulo de la Moda está lejos de los focos y flashes de las pasarelas, pero en él tiendas multimarca y minoristas se abastecen de creaciones de calidad entre ropa, calzado y joyería con diseños diferenciadores.
En el corazón de Madrid, a un paso de la plaza Mayor, este zona es, desde hace décadas, clave para mayoristas de moda de toda España, pero también de Portugal, Italia, Francia, México o Ecuador.
Desde hace once años, la empresaria Montserrat Gallego y otros 50 asociados crearon esta asociación que preside, el Triángulo de la Moda, una manera de hacerse fuertes frente a la explosión asiática que intentaba desplazarles hacia polígonos poco atractivos para su producto.
"Nuestra manera de trabajar es distinta, y nuestro producto, diferenciado y de calidad", explica hoy Gallego, quien detalla que, aunque la mayor parte de mayoristas se dedica a la moda femenina, hay tiendas dedicadas al diseño masculino, infantil y de complementos, creaciones muy actuales, en un espacio muy cuidado.
En un alto porcentaje se trata de diseño y confección española, aunque también hay fabricantes de Italia o Francia e incluso empresas asiáticas que "buscan en esta ubicación un plus de calidad".
Pese al éxito de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid, Gallego asegura que la pasarela madrileña "no es la realidad del mundo de la moda, no es la calle".
Un contexto al que se enfrentan los mayoristas, con clientes que no reniegan del "fash fashion", pero que necesitan otras "alternativas de vestuario para su vida laboral o para un evento especial".
Gallego, también miembro del Comité Ejecutivo de Asecom (Asociación de Empresas de Confección y Moda de la Comunidad de Madrid) asegura que sus clientes buscan "calidad, atención y profesionalidad" y desvela que hay fábricas que cosen para grandes firmas de moda internacionales "un pantalón vaquero, pero el mismo tejido se puede encontrar en uno de los mayoristas del Triángulo".
Tiendas que siempre cuentan con "novedades" y que se han desprendido del vínculo de las ferias textiles madrileñas para atraer a sus compradores, "aunque (los meses de) septiembre, febrero y marzo sigan siendo los de mayor afluencia".
El comercio mayorista de Madrid siempre ha estado ubicado en la misma zona "y queremos que siga así, para que quienes vengan a comprar vivan la ciudad, se alojen cerca y puedan disfrutar de su gastronomía y su ocio", comenta la presidenta del Triángulo, que califica esta zona como "la más importante del comercio mayorista de España".
Jose Luis la Rosa lleva 35 años vendiendo prendas masculinas para hombres de entre 18 y 45 años y nunca ha pensado en desplazarse a un "polígono industrial donde todo viene de Oriente. No encaja con nuestro producto, que es nacional cien por cien", dice.
En la misma línea se manifiestan Cristina y Maite, de Martina K, con 20 años en la zona vendiendo bolsos, piezas que se diseñan ligadas a las tendencias, realizadas en todo tipo de materiales.
A un paso de la plaza de Tirso de Molina, Máximo Parra, tercera generación de empresarios mayoristas, ofrece collares, peinetas o abanicos de líneas clásicas y cuidada manufactura, mientras que Passione se adentra en la confección juvenil de tallas grandes, "hasta la 62", detalla María José, su dueña.
Un Madrid castizo que descubre patios interiores en los que las tiendas han encontrado un amplio espacio donde mostrar complementos y textiles propios de primavera-verano, como King Complementos.
No establecer un mínimo de compra, opciones económicas en el transporte o el alojamiento son algunas de facilidades que fomentan para favorecer la llegada de clientes, en un recorrido atractivo que consigue que la capital sea un centro de moda permanente para el resto de España.