La colección de Juan Duyos (50 años) es luz, una energía intangible que se traduce en una costura en la que brillan siluetas etéreas y longilíneas, vestidos caprichosos realizados con hilos metálicos, lentejuelas, perlas y cristales. Una serie de prendas, "cocidas a fuego lento", que respiran emoción.
El diseñador madrileño no se inspira en ninguna mujer en concreto, "sino en aquella que, de repente, llega a tu vida y aporta luz, energía y buenas vibraciones", ha explicado hoy a Efe Juan Duyos en una entrevista durante la quinta jornada de la Madrid Fashion Week.
En ocasiones, esa luz encuentra sombras que el diseñador interpreta con una paleta cromática más oscura, en azul noche, como se ha visto en un vestido largo confeccionado con más de dieciséis metros de seda cortada al bies. Las transparencias vuelven a estar presentes en el trabajo de este madrileño, siempre sutiles y delicadas, que se refugian en plisados, abalorios y paillettes multicolores.
Con una paleta cromática alegre y optimista en la que se combinan los tonos pasteles como el verde hielo, melocotón, lavanda, aguamarina o azul cielo con otros más intensos como el lima o morado, Juan Duyos alumbra vestidos con formas caprichosas, uno de ellos confeccionado con más de cuatro mil círculos cortados a láser, una delicia.
Presentado con energía, uno tras otro, sin dar casi respiro para contemplar tanta belleza, todos los diseños centellean luminosidad y una moda de hoy y de siempre. Antes, la diseñadora Isabel Nuñez, la más madrugadora de la quinta jornada, presentó una colección de patrones complejos inspirada en la conmovedora historia del Zoo de Varsovia, que se convirtió en refugio para los judíos durante la ocupación nazi.
La dureza de esta historia no ha impedido a Isabel Nuñez, directora creativa de la firma INuñez, crear una colección colorista, "llena de ilusión", bañada con un colorido que va desde los rosas a los verdes, pasando por amarillos o verde aguamarina, todos ellos empolvados para matizar la "alegría", a pesar de la situación.
Patrones de los años cuarenta con acabados desflecados y costuras en zig-zag dibujan un diseño decadente, que rememora los años cuarenta, y complementa con zapatos en arpillera y madera. Un trabajo con patrones donde las asimetrías, los frunces y los nudos, estratégicamente colocados, unen las piezas de los vestidos y ofrecen una silueta fluida y elegante para el día a día de una mujer contemporánea.
Con su nuevo trabajo, Hannibal Laguna da un salto e inicia una nueva etapa en la que fusiona la costura trabajada también a fuego lento con el prêt à porter. Este cambio lleva implícito un reto: "Que no se note, que nadie perciba qué pieza pertenece a cada una de los grupos", ha explicado el diseñador, que defiende la femineidad y las cinturas entalladas.
Sparkling es el título de su nueva colección, prendas llenas de recuerdos que mantienen la esencia de sus primeros pasos en el diseño de novia y cuyo objetivo es vestir el "día a día de la mujer" con piezas "asequibles" que se pueden combinar con otras "más especiales" de costura.
Sobre la pasarela se ha visto un Hannibal más versátil e híbrido para acercarse a la "realidad", explica el diseñador, que en esta ocasión combina, por ejemplo, una falda estampada y pintada a mano con una blusa de seda natural.
A Hannibal le gusta el estilo lady y en esta ocasión reinterpreta la estética de los años treinta y cuarenta, eso sí "actualizada" con transparencias, escotes vertiginosos y botonaduras plateadas y doradas a la espalda. Los bordados siguen siendo uno de los platos fuertes de este diseñador que se deleita en piezas con flores tridimensionales, bordadas con cristales transparentes en tules y organzas bordadas con espejos.
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