Este domingo en Wimbledon hubo otro protagonista además del tenis: Kate Middleton (36). ¿La razón? El acertado outfit de la duquesa de Cambridge que demostró que se encuentra estupenda tras su tercer embarazo y dejó claro a sus detractores que ella ya marcaba estilo antes de la llegada de Meghan Markle (36).
La duquesa escogió para este evento un vestido ceñido, con cuello redondo y mangas con pliegues y volantes en color amarillo de Dolce&Gabanna. Una elección de tonalidad que, aunque siempre es arriesgada, terminó siendo todo un acierto tanto por ser uno de los colores de la temporada como por la perfecta combinación con su tono de piel.
La duquesa ha sabido adecuar este traje a su estilo, combinándolo con un broche negro en forma de lazo que colocó en el lado izquierdo de su escote, un bolso en color blanco crudo y un conjunto de joyas en color plateados que brillaban por su discreción.
Muchos han querido ver en esta elección una continuidad al duelo estilístico entre Kate y Meghan. Lo cierto es que el traje recuerda mucho al que ya lució la esposa del príncipe Harry (33) de Ralph Lauren en un evento celebrado a principios de mes en Londres.
Kate Middleton ha conseguido convertirse en todo un referente en estilo, siendo otra de las royals europeas que se ha sumado a la moda low cost, en la que combina piezas de alta costura con firmas como Dolce and Gabanna o Burberry con otras prendas más asequibles como Zara. Un estilo que demuestra que los aciertos a la hora de vestir dependen más del criterio que se tenga que del dinero que uno gaste.
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