Con la llegada de la primavera comienza también la nueva temporada de bodas. Para estar perfecta en este día tan especial donde todas las miradas estarán puestas en la novia, EL ESTILO ha recogido los consejos de una experta para lucir el maquillaje, el peinado y la manicura ideal.
La estilista Noelia Jiménez, considera que el peinado de la novia debe adaptarse a las tendencias para potenciar su personalidad, ensalzando su elegancia natural y evitando que se sienta disfrazada. Esta temporada esta idea se traduce en trenzas y ondas vintage, donde se incluye el moño twist para las clásicas, y la coleta baja y pulida para las más atrevidas.
Los recogidos de este año se mantienen fieles a las trenzas, que siguen siendo un must que no falla. "Las vemos deshechas, en buena armonía con un cabello suelto o en forma de moños trenzados, si se prefiere algo más elaborado. Es, sin duda, una modalidad de peinado que favorece a todo tipo de rostros, y aúna elegancia y naturalidad". A esta tendencia hay que añadir que es un peinado que es compatible con enlaces "de campo, playa o ciudad".
La experta asegura, además, que en las boas de este año no faltará el clásico moño Twist, con tiara y velo. Es un recogido entre moño bajo y coleta, con el que se consigue "elegancia y clasicismo".
Para las más atrevidas Noelia explica que esta temporada también ha cogido fuerza la coleta, el peinado que bebe de la comodidad y la simpleza que ha conquistado las últimas pasarelas de moda. En las bodas es recomendable una coleta baja, con ralla al medio y sin volumen, de forma que se ceda todo el protagonismo al vestido.
Si se opta por semirrecogidos, la tendencia es clara: "Son bajos y muy deshechos, nada rígidos, de estilo muy fresco e incluso algo desenfadado". En cambio, las novias más románticas prefieren estos recogidos con ondas vintage, con o sin tiara, o corona de flores.
En cuanto al maquillaje, la experta explica que se sigue la misma línea que en los peinados: la simpleza que busca transmitir un aspecto "fresco y ligero", que trabaje la luminosidad de la piel con una base clara y ligera, con polvos minerales, para ocultar imperfecciones, pero dejando entrever sus elementos característicos, como determinados lunares o pecas.
Las mejillas y labios van en tonos saludables, que vayan en armonía con la piel y que también aporten luz. Los ojos, por su parte, van perfilados con un fino eyeliner y sombras en tono tierra o rosadas, ideales para bodas de día. La mirada también se remarca con una cejas pobladas a las que hay que darle la forma adecuada y peinarlas bien.
En cuanto a la manicura hay una mayor variedad, en función de la personalidad de la novia o del novio. Sin embargo, la estilista Noelia asegura que, aunque hay numerosas opciones, la tendencia este año son los esmaltes básicos para lucir sutiles dibujos sobre una base de brillo. También se impone darle el toque nupcial a una manicura francesa con texturas de piedra o purpurina, buscando una decoración que combine con los complementos elegidos.
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