La pasarela de moda flamenca, We love flamenco se inaugura este martes en Sevilla con nuevas propuestas entre las que sobresalen los estampados de lunares con flores o la manga tipo jamón, una declinación más del traje de flamenca, que, solo en exportaciones, genera anualmente más de 120 millones de euros.
"Japón es el primer país comprador de moda flamenca", ha explicado este lunes a Efe, la directora de la pasarela, la modelo Laura Sánchez (38 años), quien ha asegurado la moda flamenca, además de mostrar la cultura y las tradiciones andaluzas, "es una industria potente que genera riqueza, en 2018, solo en exportaciones, se facturaron más de 120 millones de euros".
La diseñadora Rocío Peralta abre esta pasarela con un nuevo trabajo inspirado en las cigarreras de Sevilla, una colección con que hace un homenaje a la mujer gitana, "en su vinculación con el flamenco y las artes en general", ha explicado Laura Sánchez.
En esta pasarela, en la que 40 profesionales mostrarán hasta el próximo domingo las nuevas tendencias, la Fundación Sandra Ibarra vuelve con su desfile solidario, en el que las modelos son pacientes del Hospital Virgen Macarena de Sevilla que luchan contra el cáncer.
En la octava edición de We love flamenco también se verán los vestidos de Rosa León, ganadora de la II edición del programa de televisión Maestros de la Costura, que subirá a la pasarela una colección en tonos malva con la que quiere recordar la elegancia de Grace Kelly.
Rocío Márquez, Daniel Robles, Javier Mojarro, Lola Azahares, Mario Gallardo, Mónica Méndez se encargarán de mostrar los nuevos códigos de la moda flamenca junto a Carmen Acedo que se decantá por las creaciones más romeras.
El vestido de flamenca se reinterpreta cada año. "Es increíble que un vestido regional tenga tantas versiones", dice Sánchez, quien considera que la moda flamenca "es muy rica".
Tanto es así que hay una gran diferencia entre el vestido de feria, mucho más ornamentado y entallado que "el vestido de romería, de aire canastero, más campestre y mucho más cómodo para poder caminar".
En todas las casas de Andalucía el vestido de flamenca es "muy importante, a la mujer no le gusta repetir", lo que permite que el sector proporcione trabajó a más de 20.000 personas y cuente con unas 2.500 empresas, con un fuerte crecimiento en sus exportaciones en los últimos años y que en 2017 superó ventas por más de 620 millones de euros.
Cada mujer se gasta mil euros de media por vestido, "teniendo en cuenta que son muchos días de feria y que no se suelen repetir, la inversión es importante", asegura Sánchez quien reconoce que ahora la tendencia es estrenar uno o dos vestidos, ya que el traje de flamenca más barato con todos sus complementos suele costar 600 euros.
La moda flamenca se atesora como si fueran vestidos de boda. Con el paso de los años, se suele heredar de madres a hijas, y también arreglar o prestar, "es una moda sostenible, no es de usar y tirar", defiende Sánchez.
El traje de flamenca es una prolongación de los gustos personales, de la silueta, "potencia lo mejor de cada mujer", asegura Laura Sánchez, para quien vestirse con un vestido de flamenca significa "el empoderamiento de la mujer".
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