Cuántas veces has pensado que te gustaría cambiarte el peinado, probar nuevos cortes que son tendencia (como el corte bob, el más demandado de la temporada) o teñir tu cabello con las nuevas tonalidades del momento (como los tonos rosados y rojizos que han ganado repercusión en los últimos meses), pero te has frenado ante la pregunta: "¿Me quedará bien?".
Para estos casos de indecisión, EL ESTILO toma nota de los consejos y trucos ofrecidos por la experta en imagen Raquel Saiz, directora del Salón Blue by Raquel Saiz en Torrelavega (Cantabria), sobre los distintos cambios de estilismo. La experta colorista y asesora de imagen recalca que, en muchas ocasiones, el miedo o la inseguridad impide descubrir el amplio abanico de posibilidades que ofrece la propia melena, desde los tonos que se pueden escoger, a los cortes o recogidos que ensalcen y potencien tus facciones.
1. Rasgos físicos
Más allá de elegir un corte o un color que te apetezca probar, es importante conocer qué rasgos se quieren destacar y cuáles suavizar y disimular. En función de estas notas elegir un cambio que cumpla con todas esas anotaciones. Por ejemplo, el estilo bob tiende a favorecer a las personas con rostros ovalados y alargados, ya que aporta volumen a nivel horizontal; mientras que a las caras redondas les favorece un corte asimétrico y flequillo cortina que produzca el efecto de estrechar y alargar el rostro.
2. Personalidad
Otro de los factores a tener en cuenta son los gustos y preferencias de cada uno que, si buscamos un buen resultado, deben ir de acorde a los rasgos físicos citados. Por otro lado, la experta recalca la importancia de enfatizar la mirada, la personalidad, totalmente única. "Yo siempre digo que la inspiración es un punto de partida, nunca de llegada. Tomas una idea y a partir de ahí la haces tuya y para ti", dice la experta, añadiendo que: "El color de pelo va a definir parte de tu personalidad".
La comodidad es otro aspecto a destacar. Muchas veces se siente atracción por un tipo de peinado que, en apariencia, encaja a la perfección con la personalidad y los rasgos físicos, pero que requiere de un mantenimiento o de un tiempo de peinado del que no se dispone.
3. Color
La tonalidad es otro de los elementos que hacen distinta a una melena. No solo porque la hace destacar, sino porque cada tono debe ser único y personal, ajustado a esa persona. En las estaciones más cálidas con la tez más bronceada se suelen tender a dar pequeños reflejos claros a la melena, en cambio, en las frías se suelen buscar los tonos más apagados; es función de gustos. "El color en el pelo hace que una melena sea especial, pero para que se vea espectacular hay que cuidarla. Mucha hidratación, protección y champús respetuosos es mi fórmula sagrada", declara la peluquera.
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