Halle Berry (54 años), Beyoncé (39), Michelle Obama (57), Viola Davis (55) o Naomi Campbell (50) son algunas de las celebrities que, en su momento, se atrevieron a lucir con maestría la melena completamente rizada. Una tendencia que marcó a toda una generación hace ya cuarenta años y que ha resurgido gracias a la melena de Zendaya (24), pero ¿cómo se hace y se mantiene sin dañar el cabello? Los expertos capilares David Lesur, Sonia Atanes e Inmaculada García proporcionan a EL ESTILO las claves para lucir con maestría esta tendencia capilar.

Sonia Atanes es una de las muchas profesionales que han dado un giro a la forma de tratar las melenas rizadas en su salón de taninoplastia SAHB: "Tras el boom de los ochenta, en algunas peluquerías se dejaron de hacer los moldeados por lo agresivos que eran los productos con el cabello". Desde hace cuatro años han vuelto a trabajarlos bajo otro concepto, con productos orgánicos y veganos que importan, mucho más respetuosos hasta con los cabellos más delicados. Se necesitan unas tres horas para realizar este tratamiento y, dependiendo de la intensidad del rizo, puede durar entre cuatro y nueve meses.

Por otro lado, si se tiene un cabello liso la mejor opción es realizar una permanente como dice Inmaculada García desde Menta Beauty Place: "Hubo una época en la que el rizo ochentero estaba absolutamente pasado y nadie quería hacerse una permanente por miedo a estropearse el pelo. Ahora, se usan todo tipo de moldes que no dañan el cabello para lograr un rizo afro ochentero hasta unas beach waves tan deseadas".

La técnica es la misma que en la década de los ochenta, siendo lo más importante la elección del tamaño de los rollos. David Künzle recomienda hacerlo en cabellos naturales resistentes, desaconsejando hacerlo sobre cabellos teñidos, sensible o con balayage, porque puede afectar a la calidad del pelo que ya está sensible.

Paso a paso

Inmaculada García, directora de formación de los salones Menta Beauty Place, revela los secretos del rizo ochentero tal y cómo lo trabajan en sus diferentes centros para conseguir un efecto duradero, sin dañar la melena, en cuatro sencillos pasos.

En primer lugar, es importante lavar la melena con un champú purificante sin acondicionar sobre el cabello mojado, "hacemos el montaje con los moldes adecuados para la forma que se quiere conseguir", matiza la experta.

Después, saturan con producto permanente esas áreas y esperan. El tiempo de exposición suele depender del líquido, pero suele oscilar entre veinte y treinta minutos. Es importante, para evitar daños en la melena, estar pendiente el proceso y mirar cada diez minutos cómo está quedando, controlando el estado del cabello.

Una vez pasado este tiempo, se procede a aclarar la melena. "Quitamos la humedad pero sin quitar los moldes y, después, se aplica el neutralizante que ayuda a fijar la nueva forma de cabello". Este proceso suele durar unos diez minutos con los moldes puestos y otros diez sin ellos.

Por último, se aclara y se nutre el cabello con el objetivo de devolver al cabello su pH natural. Inmaculada matiza que: "A ser posible, no hay que volverlo a lavar hasta pasadas 48 horas con el fin de asegurar la durabilidad del proceso".

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