La elección del vestido de novia es una de esas decisiones que suelen traer de cabeza a las mujeres que van a pasar por el altar y por ello suelen tomarse bastante tiempo para escogerlo. Se trata de un periodo de varios meses pues además de elegirlo hay que arreglarlo y dejarlo listo para que sea una segunda piel para la novia en su gran día. Pero estos plazos se amplían mucho más en el caso del vestido de novia más caro del mundo.
El traje nupcial que jamás podrás comprarte está valorado en 15 millones de dólares -12,5 millones de euros al cambio actual- y tardó en confeccionarse más de un año. Es una creación que no pasa inadvertida y que hace brillar en cualquier lugar a todo aquel que lo luzca debido a los materiales con los que está confeccionado.
La mente creativa que bocetó la pieza más deslumbrante del planeta es el diseñador egipcio Hany El Behairy. El modisto es conocido en el mundo de la moda por su catálogo de vestidos siempre recargados, repletos de piedras preciosas y con una silueta que enmarca el cuerpo de la mujer.
El Behairy se ha hecho un nombre en la industria, precisamente, vendiendo opulentos vestidos de novia que triunfan entre las celebrities de los Emiratos Árabes. La mayoría de sus diseños suponen desembolsos millonarios, pero su obra maestra es la más especial de todas y fue presentada al mundo de la manera más grandiosa posible.
En la víspera de la Nochebuena de 2019, coincidiendo con el desfile de moda número 100 de su carrera, el diseñador quiso hacerse ver como nunca antes mostrando su pieza más trabajada, más brillante y más cara. Para ello eligió un escenario de ensueño en el hotel más lujoso de la ciudad de El Cairo, con centenares de periodistas acreditados y con una iluminación tenue para que su vestido estrella fuera el único protagonista.
En el momento cumbre de la noche, apareció sobre la pasarela la actriz egipcia Mai Omar, la intérprete más famosa del país, luciendo el vestido nupcial más caro del mundo.
¿A qué se debe su estratosférico precio? El traje está confeccionado de forma artesanal con incrustaciones de diamantes y piedras preciosas a lo largo y ancho de todo el diseño. El hecho de que se cosiera a mano cada brillante hizo que se necesitara un año entero para terminarlo. Pero no se trata de un vestido largo convencional, ya que mientras por la parte delantera la falda se corta a la altura de las rodillas, por detrás sí se presenta una larga cola repleta de lujosas joyas.
A la creación del vestido hay que sumarle la del velo. Hany El Behairy quiso que el velo imitara a un cielo estrellado que permitiera hacer brillar aún más a cualquier novia y para eso diseñó una larga pieza repleta de estrellas, y todas éstas rodeadas de miles de incrustaciones de diamantes. El velo está pensado para ser una prolongación del vestido, por lo que ambos diseños son complementarios y casan a la perfección.
Sin duda, los trajes del modisto egipcio son para mujeres que buscan ser el auténtico centro de atención en su boda y que su vestido se convierta en una pieza de museo solo accesible para los bolsillos más acaudalados del mundo.
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