El verano es la época del año en la que los pies están más expuestos al sol y a otros factores externos, además de estar en contacto durante más tiempo con la superficie del suelo directamente. Por esto, y por el tipo de actividades propias de la época estival, resulta esencial arrojar un poco de luz sobre este tema, exponiendo una serie de consejos que ayudarán a proteger la piel de nuestros pies, evitar la aparición de ampollas, contraer infecciones y prevenir el desarrollo de posibles patologías.
La podóloga Carmen Naranjo, experta en Cirugía Podológica, Biomecánica y Ortopodología, incide en la importancia de "mantener la piel del pie suficientemente hidratada, independientemente del grupo de edad al que se pertenezca o al nivel de ejercicio físico que uno practique diariamente". La Dra. Naranjo hace una clasificación sobre 3 perfiles a nivel podológico para justificar el porqué es necesaria una buena hidratación en todos los casos:
Deportistas. Una piel bien hidratada evitará siempre las rozaduras/ampollas y se convertirá, a su vez, en la mejor barrera para las infecciones bacterianas, víricas y fúngicas. Cuando en la piel no se producen grietas, fisuras ni abrasiones, a los microorganismos patógenos les resulta imposible "acceder" a nosotros.
Personas mayores. A consecuencia de la debilidad cutánea producida por la pérdida de colágeno propia del paso de los años, el mantenimiento de la hidratación mejora las durezas y callosidades que puedan presentar y la flexibilidad cutánea que ayuda al mejor movimiento de las articulaciones del pie durante la marcha.
Mujeres. En la mayoría de los casos los pies se ven sometidos a cambios bruscos diarios de calzado, donde se pasa de un zapato deportivo a un zapato de tacón. Conservar la piel hidratada ayudará a evitar las rozaduras y, al mismo tiempo, a prevenir la aparición de callosidades o durezas causadas por el estrés al que un zapato de tacón alto somete a nuestros pies.
¿Cómo preparar los pies de cara al verano?
La Dra. Naranjo incide en que "es necesario preparar a los pies unas semanas antes de calzarnos la sandalias por primera vez, para llevar a cabo una transición entre los calzados muy bastos y los más fresquitos para el verano". De esta forma, el pie no sufre un cambio brusco que pueda provocar patologías epiteliales.
Además, "en primer lugar, para afrontar el verano es imprescindible que se eliminen las durezas y callosidades presentes en los pies, bien sea por medios mecánicos como las limas y si éstas no actúan de manera efectiva, mediante la visita a un podólogo para que evalúe y trate cada caso de manera personalizada".
¿Por qué en verano proliferan más las ampollas?
Las condiciones ambientales y los calzados veraniegos hacen más frecuente la aparición de ampollas. Esta dolencia tan común no es más que un mecanismo de defensa de la propia piel para proteger su interior mediante la acumulación de líquido. Su aparición en los pies puede deberse a varios factores:
Roce o fricción. La causa principal de las ampollas en los pies es la fricción de la piel contra el calzado, sobre todo cuando hacemos largos recorridos o cuando estrenamos calzado. Esta lesión también puede darse por la fricción de piel con piel y entonces la lesión suele aparecer entre los dedos.
Quemaduras. El sol, productos químicos o líquidos a altas temperaturas pueden ocasionar ampollas.
Pie de atleta y hongos. Los hongos en los pies, como sucede en la patología del pie de atleta, también pueden llegar a producir ampollas.
La Dra. Naranjo sugiere que "si somos personas propensas a que nos aparezcan ampollas sobre las prominencias óseas de nuestros pies, debemos cubrir esa zona con un apósito de hidrogel para anticiparnos a su aparición". "En caso de que aparezcan las ampollas por el roce del calzado sobre la pie desnuda (o sobre las prominencias óseas de los pies), nunca se deben pinchar o recortar la piel pues facilitamos que se infecte esa zona de la piel. Hay que cubrir esa ampolla con un apósito hidrocoloide y esperar a que se regenere la piel bajo el apósito”
¿Es el zapato abierto más peligroso que el cerrado?
"Si el zapato abierto o sandalia no proporciona una correcta sujeción del pie sí que es más peligroso; igualmente ocurre con el tipo zueco. Este tipo de calzado expone más cantidad de piel al exterior con mayor riesgo de sequedad de la misma y más posibilidad de padecer agresiones como fisuras o pequeñas heridas o grietas".
Por otro lado, la Dra. Naranjo cuenta que "la utilización continuada y diaria de zapatillas deportivas en verano favorece la hiperhidrosis o exceso de sudoración con el peligro añadido de que aparezcan mal olor y pie de atleta".
¿Cuáles son los mejores tejidos para el calzado de verano?
"Todos aquellos materiales y tejidos naturales como cuero, ante, algodón o lana son excelentes materiales para elegir un zapato. Acercándonos al verano, las tradicionales alpargatas o espardeñas a base de fibras naturales de esparto pueden ser una buena opción para combatir el calor y evitar la sudoración excesiva del pie. Y si elegimos las sandalias que éstas sujeten el pie mediante tiras cruzadas o anchas y con pulsera que sujete el tobillo".
Debemos evitar el uso diario de un mismo tipo de calzado, ya sean zapatos de tacón o deportivas de materiales sintéticos. Es recomendable cambiar diariamente de zapato para no favorecer la aparición de problemas de sudoración e infecciones fúngicas.
La podóloga experta desaconseja de forma insistente "las chanclas llamadas brasileñas o hawaianas para la vida diaria o para caminar grandes distancias, ya que no sujetan bien el pie al caminar y producen innumerables problemas como fascitis, esguinces…"
La Dra. Naranjo concluye que "para mantener la piel de los pies con un nivel óptimo de hidratación debemos acostumbrarnos a aplicar a diario una crema hidratante. Pero no una crema corporal cualquiera, sino un producto que se haya sido elaborado con un fin podológico".
Salvelox Foot Rescue all in onecream es una crema que está indicada para prevenir y tratar eficazmente callosidades, talones agrietados, pie de atleta, sequedad de los pies y mal olor, dando resultados visibles en solo dos semanas. Tiene una acción fungicida y otra hidratante. Es aconsejable su utilización una vez al día o cada dos días.
[Más información: Nuestros pies están sufriendo: consejos para cuidarlos y elegir zapatos]
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