Una semana más, JALEOS analiza las joyas y complementos más caros del mundo. Si la semana pasada se abordaban las gafas más caras del mundo -de Chopard, con 24 quilates y 51 diamantes incrustados y cuyo precio ronda los 400.000 euros-, en esta ocasión le toca el turno a la pulsera. Uno de los más caros del mundo es el modelo Wallis Simpson Bracelet.
Tal y como informa la página Oui Petit, la accesibilidad a este complemento no ha sido nada sencilla. Pese a que no está disponible para todos los bolsillos, precisamente, su historia sí es muy interesante y puede ser de su interés. El nombre que se le ha puesto a la pulsera no es baladí. Y es que, fue Wallis Simpson su propietaria original. Cabe recordar que fue su romance con Eduardo VIII el que lo llevó directo a su abdicación.
Esta joya se vendió en una subasta por cerca de 4,5 millones de libras, lo que significa, huelga decirlo, todo un récord mundial. La pulsera, diseñada por Cartier, alcanzó las 4.521.250 libras esterlinas. En su traducción a euros, superaría los cinco millones, siendo su precio exacto de salida de 5.310.072 en Sotheby’s, la reconocida casa de subastas ubicada en el centro de Londres. Cuentan los expertos que se trata del precio más alto que se ha conseguido en este tipo de subastas. No solo eso: fue la pieza Cartier más costosa en la historia de las subastas.
Cuenta la historia que su gran prestigio radicó en que fue una de las 20 piezas que poseían los desaparecidos duques de Windsor. En un principio no se confiaba en que esta pieza alcanzara los tres millones de euros en su precio de salida, algo que superó con creces. Según reza la historia, cuando el rey Eduardo VIII conoció a Simpson la joyería se convirtió en su mayor 'obsesión', y a través de ella expresaron el inmenso amor que se profesaron. Muchas de sus joyas están consideradas entre las grandes obras maestras creadas nunca por Cartier, Van Cleef y Arpels, entre otros.
Esta pulsera, Wallis Simpson Bracelet, está diseñada por rubíes, esmeralda, zafiro, citrino y diamante. Además, dispone de diamantas circulares y brillantes y tiene una longitud de 190 milímetros. Como se decía anteriormente, fue la duquesa de Windsor la que más uso le dio en vida, como se puede comprobar en los archivos gráficos. Sin duda, uno de los acontecimientos más especiales en los que la lució fue en el día de su boda. Cabe puntualizar en este punto que la colaboración de Cartier con los duques provocó que, gracias a la joyería, se pudiera contar la mayor historia de amor del siglo XX. El romance que llevó a Eduardo VIII a abdicar el trono de Gran Bretaña. Según se ha especulado, la persona que se hizo en su momento con esta joya sería la cantante Madonna (62 años), aunque no existe ningún dato que lo acredite.
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