El diseñador Roberto Verino (76 años) celebra este 2022 sus 40 años en el mundo de la moda. Cuatro décadas en las que ha defendido la belleza serena, la sencillez de los diseños y la funcionalidad de las prendas al tiempo, unos valores que ahora traslada a su hija Cristina Mariño, quien pasa este año a tomar las riendas del negocio, al menos en gran parte.
"Cuarenta años no es el final de nada, sino el principio de nuestra realidad", ha explicado el propio modisto este lunes 7 de marzo poco antes de presentar en el Museo Cerralbo su nueva colección dentro del programa Madrid es Moda. Un trabajo que, en sus palabras, "habla de las cosas sencillas, de las que nos hacen felices, como un paseo tranquilo".
Va a ser esta temporada cuando el gallego cederá el testigo de la empresa a su hija, Cristina, que estará al frente de la dirección de la marca y a Dora Casal, que se hará cargo de la parte ejecutiva. Un gran paso que, sin embargo, no va a cambiar la estructura de una empresa que ya es familiar ni tampoco le retirará del negocio. "Además de dar el refuerzo de la continuidad desde el punto de vista empresarial, me van a permitir que me dedique al trabajo de la imagen y diseño, que voy a seguir manteniendo", ha asegurado el empresario, que ha matizado que su hija lleva junto a él desde que terminó la universidad.
"Me siento afortunado de hacer lo que más me gusta, no tengo pereza y disfruto con mi trabajo, moriré con las botas puestas", ha añadido, dejando claro que pese a su edad y que hace tiempo que podría haberse jubilado, seguirá formando parte de su empresa hasta el final.
Consciente de que en la actualidad no se pueden hacer planes a plazo muy largo, Roberto se ha mostrado optimista y con esperanzas en que "la realidad se consolide y las dificultades se resuelvan". "La clave está en adaptarse a los cambios y sacar la parte positiva a las dificultades, de nada sirve lamentarse, hay que pelear por lo que merece la pena".
Pero también ha reconocido que peca de optimismo, "pero si no fuera entusiasta no hubiera puesto en marcha nada", ha dicho Verino, que recuerda que hace cuarenta años era un poco "pardillo" cuando montó su primera tienda en París, "no pude ser más Quijote". Recordando aquellos inicios, el diseñador solo tiene palabras de agradecimientos para su familia, "ellos fueron clave para que pudiera iniciar una actividad de moda en un entorno rural", ha contado, asegurando que nunca le ha sido fácil todo lo que ha hecho, "que no es tanto, pero estoy bien conmigo mismo".
"He logrado muchos objetivos que ni siquiera me hubiera imaginado", ha confesado antes de volver a subir sus diseños a la pasarela. Tras este nuevo show, volverá a centrarse en una nueva temporada, esforzándose de cara a un futuro en el que confía mucho."Vamos a salir sí o sí, tenemos talento, ganas y gente joven con energía", ha dicho.
Esta es una semana clave para el mundo de la moda. Madrid despliega su alfombra roja para celebrar la Mercedes-Benz Fashion Week, en la que por supuesto Roberto Verino también tiene un hueco. El diseñador gallego mostrará su nueva colección el miércoles 9 de marzo a las 17 horas, demostrando que 40 años después sigue teniendo mucho que ofrecer.
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