Una modelo de Calaïa, luciendo unos pendientes.
Joyas 'baja fusión' o el perfecto accesorio en tendencia que querrás (auto)regalar esta Noche de Reyes
- Estas piezas, fabricadas por una familia de artesanos, forman parte del slow-fashion y ponen el valor de la joyería local.
- Más información: Las dos prendas de ropa que se convertirán en un 'must' de tu armario el próximo verano, palabra de Bea Gimeno.
La mágica noche de Reyes despierta en todos nosotros la ilusión de obsequiar amor y sorpresa a quienes más queremos. Es el momento en que nos convertimos en auténticos Reyes Magos, buscando los detalles perfectos que llenen de emoción el amanecer del 6 de enero.
Este espíritu festivo transforma las visitas a las tiendas y la navegación por páginas web en una tarea llena de entusiasmo: decidir qué regalar y a quién. Sin embargo, cada vez son más las personas que optan por evitar la masificación de los grandes centros comerciales y las marcas convencionales, en busca de opciones más originales y personales.
En esta línea, surge el interés por firmas locales que ofrecen regalos únicos, alejados del fast-fashion y cargados de significado gracias a sus procesos de producción. Un ejemplo perfecto es Calaïa, una marca especializada en joyas de fabricación artesanal.
Anillo Cala Acuamarina, de Calaïa. PVP: 32€ - Brazalete Cala Aquamarina, de Calaïa. PVP: 58€.
Este enfoque no solo resalta la autenticidad del diseño, sino que también conecta con una tendencia creciente: priorizar la calidad, la sostenibilidad y la calidez del trabajo hecho a mano frente a la producción industrializada.
Detrás de esta se encuentra Noelia Encinas, que la fundó en abril de 2024 basándose en un trabajo cuidado y de proximidad. "Las joyas las fabrica una familia de artesanos mediante el método de baja fusión. El material que se utiliza es el peltre, una aleación con un color muy parecido a la plata. Se funde a baja temperatura, por lo que es ideal para conseguir las formas y acabados que requieren los diseños", afirma.
Para conseguir el acabado final, sin embargo, el proceso requiere de una serie de pasos extra. "Posteriormente se baña en oro de 18 quilates o plata 925. Hay piezas que llevan cristales, que compramos a la fábrica de Swarovski en Viena", relata mientras alude también a su visión consciente con el medioambiente.
"Todo es sostenible, incluido el packaging, que también se fabrica íntegramente en España. No utilizamos nada de plástico ni papel de burbujas". En conjunto se crean joyas que serán el sueño de toda amante de la moda, perfectas para dejar bajo el árbol o autoregalarse. Unos diseños con magia cuyo secreto viene de su desarrollo, tal y como cuenta Encinas.
Pendiente Duna oro, de Calaïa. PVP: 54€ - Brazalete Duna, de Calaïa. PVP: 85€
"Yo diseño las joyas con ayuda de un diseñador de joyas profesional, que me ha enseñado todas las pautas. A partir de ahí, mando los diseños a los artesanos, que tienen el taller en un pueblo de Barcelona, Sant Pere de Riudebitlles. Varias de las piezas requieren montaje, y termino de darles forma aquí en Madrid", explica la emprendedora dando a conocer todo el trabajo que hay detrás y además, las ideas que dan vida a estos accesorios.
"Busco el equilibrio entre la tendencia y la atemporalidad. Como apasionada de la moda me gusta estar al tanto de las tendencias, pero quiero hacer diseños que perduren más en el tiempo".
