Rutas Eco: Madrid para comérselo

Si quieres una nueva experiencia gastronómica, donde podrás tanto comprar productos ecológicos como degustarlos en su cantina, tu sitio es El Huerto de Lucas, en el barrio de Chueca. Un oasis en pleno centro de la capital que cuenta con 450 metros cuadrados, rodeados de plantas y cristaleras donde se respira vida. Un espacio con buen ambiente y exquisito trato que harán que se te dibuje una sonrisa y sólo puedas borrarla para masticar los manjares 100% orgánicos que sirven. A más de uno se le vendrá a la cabeza la sensación: “Sabe a mi abuela”.

Los domingos, ofrecen un brunch en el que no te puedes perder los huevos poché con salsa de eneldo, salmón y calabacín. Querrás que todos los días sean domingo aunque, si vas otro día, su carta no decepciona. Recomendamos los falso fideos de calabacín, el risotto de setas y hongos y su hamburguesa de ternera 100% orgánica. De postre, prueba su chocolate con cacahuete y galleta inglesa, desearás que no se termine.

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¿Has comido alguna vez vegetales “vivos”? El restaurante Crucina (Calle Divino Pastor 30) propone una cocina eco-gourmet, sin fogones, elaborando sus vegetales y hortalizas a una temperatura de 40º para conservar intactos todos sus nutrientes y que permanezcan “vivos”. Se ha demostrado que esta forma de tratar los alimentos aporta grandes beneficios para la salud. Si todo te suena demasiado nuevo y no sabrías qué pedir, Crucina tiene la solución: su menú degustación para que no te quedes con la duda.

Un concepto similar es Mama Campo (Calle Trafalgar 22). Con una decoración alegre y biodegradable ganó, en 2014, el premio Metrópoli al restaurante mejor decorado. Un espacio donde encontrar un pequeño mercado con frutas y verduras ecológicas, procedentes de proveedores artesanos. Podrás tomar unas tapas en su cantina o bien degustar su carta en el restaurante. Aunque es difícil elegir entre tanta delicia, te recomendamos el surtido de cocas, las croquetas de cocido, las albóndigas caseras y la lubina a la plancha con arroz cremoso de algas.

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Otra alternativa para sumergirte en el mundo sostenible es Ecocentro (calle Esquilache 2-12). Un multiespacio que te hará sentir como Alicia en el País de los bienestares. Se dedica por entero a la vida alternativa y natural.  Una vez que entres en este lugar te será complicado salir por su amplia oferta. Desde conciertos, talleres, actividades culturales a restaurantes bio-vegetarianos a la carta y bio-buffet, pasando por un  mercado de alimentación, cosmética y herbolario, todo en consonancia con la naturaleza.

Encontrar nuevos ingredientes naturales y de origen ecológico para añadir a tus platos te aconsejamos que vayas al restaurante Olivia te cuida. No dejes de probar su couscous a la menta con garbanzos o su atún en costra de cilantro e hinojo con salsa fresca de mango. Ambas idóneas como propuestas veraniegas.

Como lo prometido es deuda, te proponemos una lista de cafeterías para hidratarse saludablemente o tomar un tentempié con todo el sabor.

Para disfrutar de los zumos con fruta ecológica, acompañados de tartas caseras (absolutamente recomendables la de zanahoria o la red velvet)  o sandwiches en pan de kamut, acércate a Café del Mar (calle Embajadores 31). Además, esta cafetería incluye productos eco que podrás comprar en su pequeño mercado.

Il Tavolo Verde (Calle Villalar 6) es un café orgánico, integrado en una tienda de antigüedades, cuya carta varía en función de los productos que tengan cada semana, ya que proceden de huertos orgánicos familiares. Un lugar muy especial donde arte, ilusión y sostenibilidad conviven.

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Si con tu bici eres como Linus, el amigo de Charlie Brown que no se separaba de su mantita, y vas a todos los sitios con ella, tu sitio es Cycling Café & workplace (Plaza de San Ildefonso 9). La misión de este local es convertirse en un punto de encuentro de los amantes de la bici. Entre sus servicios, podrás inflar las ruedas, arreglar un pinchazo o usar sus herramientas mientras degustas bagels, tostas o su especialidad: sandwiches en pan danés. Todos biólogicos, orgánicos y caseros.

Cycling cafe workplace.

Si el calor está a punto de ganarte la batalla, plántale cara con los helados artesanos de Sani Sapori (Calle Lavapiés) o con un yogurt helado en Yoy (calle Barbieri 26). Si lo que necesitas es algo dulce y no tienes a nadie al lado que te eche piropos, ve a la pastelería Oita Café (Hortaleza 30), donde su oferta es tan dulce que es música para los oídos más golosos.

Desde aquí, pedimos disculpas si has leído estas apetitosas propuestas antes de comer. Te compensaremos con más rutas eco, para personas ecológicas.

Si eres un eco-adicto, y conoces los lugares eco de tu ciudad palmo a palmo, mándanos tu selección a estilo@elespanol.com y conviértete en uno de nuestros corresponsales con estilo. ¿Te animas?