La 56 edición del Salón del Mueble de Milán ya ha comenzado y las mejores marcas de la industria del interiorismo y la decoración se dan cita en una semana en la que la ciudad italiana se convierte, una vez más, en una auténtica galería de arte. Grandes de la moda como Jeremy Scott para Moschino, por ejemplo, han creado muebles que acabarán convirtiéndose en iconos. Y Zara Home no ha querido perdérselo.
La Grande Illusione es la colaboración de la casa española con el escenógrafo y director de arte contemporáneo Simon Costin, creando una instalación efímera que es pura creatividad. Situada en la Plaza San Babila de Milán, el británico ha tomado como punto de partida unos grabados del siglo XVIII para ilustrar la artesanía y colorido de la época. El resultado podría exponerse, sin duda alguna, en los mejores museos del mundo.
Costin, acostumbrado a crear lo imposible, ha destacado siempre por la escenografía artística de sus trabajos, convirtiendo sus editoriales de moda en preciosas obras de arte. El británico fue la mano derecha de Alexander McQueen durante su carrera y ha colaborado con otros diseñadores de moda, como Gareth Pugh o Givenchy, creando los espacios en los que estos presentan sus colecciones ready-to-wear y Alta Costura.
Buscando inspiración para su trabajo con Zara Home, Costin viajó hasta la época de María Antonieta, en la que los personajes se ataviaban con artesanía y cubrían su cuerpo con los utensilios que representaban su profesión. Una referencia que Costin ha sabido trasladar a la casa española de decoración, vistiendo a las modelos con los productos de la colección primavera-verano 2017.
La cristalería más veraniega de la firma a modo de corona, los manteles formando el corsé de una reina acomodada entre textiles o una falda de gran volumen creada a partir de pequeñas cestas son algunas de las creaciones que cobran vida en la instalación que Zara Home ha preparado en Milán. Imágenes que nos trasladan a un mundo mágico donde el color y la fantasía se hacen realidad.
La colaboración es aún más bella, gracias a la fotografía de otro talento británico, Tim Walker. Seis instantáneas en las que la modelo Irina Liss se sienta frente al objetivo de Walker y protagoniza uno de los maravillosos mundos oníricos del artista. Un auténtico sueño para cualquiera. Y es que, las producciones del fotógrafo británico siempre son a lo grande. Él sabe contar historias a través de unas imágenes, a priori fijas que, para nada, se quedan quitas. Ellas se mueven con ritmo propio.
Walker trabajó en Nueva York con Richard Avedon y, con tan solo 25 años, realizó su primer editorial de moda para Vogue. No es de extrañar que esa estética que tanto nos recuerda a las películas de Tim Burton, haya sido objeto de grandes reportajes y exposiciones en museos tan importantes como el Victoria & Albert o la National Portrait Gallery de Londres, donde incluso, engrosa la colección permanente.