De nuevo queremos hacerte la vida más fácil. Sabemos que le vas cogiendo el truco y las ganas a los fogones gracias a nuestras recetas, que siempre son sencillas y de un tiempo de preparación corto. Hoy te proponemos un suculento plato de pasta: tallarines de espelta con salmón y rúcula. La espelta, además de ser un cereal delicioso –recuerda ligeramente a la nuez-, aporta a nuestro organismo grandes beneficios. Hay que destacar su alto contenido en proteínas, minerales y vitaminas, sobre todo del grupo B.

Sabemos que si te pusiéramos el plato delante, no podrías resistirte, pero no seas holgazán, ¡que preparar esta receta sólo te llevará 20 minutos!

Ingredientes (para cuatro personas):

200 gr de tallarines de espelta

250 gr de salmón (en filetes)

200 ml de nata para cocinar

50 gr de parmesano

1 manojo de rúcula

2 cucharaditas de zumo de limón

1 chalote

Mantequilla

Sal

Pimienta

Preparación:

Es preferible que hirvamos la pasta mientras preparamos la salsa, así ahorraremos mucho tiempo. No olvides echarle sal a la olla que cocina los tallarines.

A continuación, enjuaga el filete de salmón, sécalo y córtalo en taquitos. Los hay que prefieren hacerlo en tiras finas (eso siempre puede ir al gusto). Aparta el pescado en un plato, salpimiéntalo y rocíalo con el zumo de limón.

Ya tenemos la pasta en el fuego y el pescado marinando, así que es momento de que nos pongamos a cocinar los demás ingredientes. En una sartén, derrite una cucharada de mantequilla y pela los chalotes. Los chalotes son de la familia de las liliáceas, como lo son la cebolla, el puerro o el ajo. Por eso, Si no tenemos chalotes, podemos sustituirlo por otros ingredientes como una mezcla de la parte más blanca del puerro y un poco de ajo (ambos alimentos bien picados). Cuando añadas los chalotes –o la mezcla de puerro y ajo- a la sartén, rocíalos con la nata líquida e incorpora el salmón. Deja que se cocine durante unos cinco minutos a fuego lento y salpimiéntalo.

Por otro lado, enjuaga la rúcula y sécala, siempre es preferible con una centrifugadora de lechuga para que suelte bien todo el agua. Tomamos el parmesano y lo rallamos en virutas gruesas.

Cuando la pasta y la salsa estén listas, reparte entre los platos la rúcula y el parmesano.

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