Muchos piensan que cualquier corbata es sinónimo de elegancia, pero lo cierto es que hay tantos estilos y formas que sería adecuado acudir a la frase de Noel Clarasó: “la felicidad se parece a las corbatas, cada uno elige el color de la suya”. Pero ¿sabes cuándo y cuáles ponerte?
Corbata monocolor
Existe una infinidad de tonos y tejidos diferentes que resultan muy fácil de combinar. Puedes ponértelas en cualquier ocasión: para una fiesta de noche, en la oficina, una boda, e incluso una ocasión desenfadada. Pero no te pongas la clásica corbata negra en todas las situaciones. Los colores rojo y azul también son muy recurrentes.
Corbata rayada
Lleva muchos años estando de moda, aunque quizá es de los estilos más conservadores. Hay que tener en cuenta la época del año para vestirlas. En verano, mejor los tonos claros y pastel; y en invierno, los oscuros. Mejor usarla sólo para ir al trabajo.
Corbata con estampado fantasía
Si eres de los que arriesgan y no de los que no le dan miedo llamar la atención, esta es la opción que buscas. Puedes ponértela con traje o con vaqueros. Sí, con vaqueros. Te otorgará distinción y personalidad.
Corbata con lunares
Cuanto más grandes sean los lunares, más atrevida será la corbata. Parece una apuesta arriesgada, pero lo cierto es que puede quedarnos un look muy clásico. Para un día festivo, mejor topitos más pequeños y sobre un fondo oscuro, y para ir a la oficina, sobre un fondo azul marino con lunares blancos.
Corbata Paisley o estampado
Perfectas para la boda, pero lo cierto es que se ven muy desfasadas ya. Las de colores burdeos son las que triunfan. El estampado es un tema muy personal, pero si quieres acertar evita combinar los motivos de tu corbata con tu camisa. Lo mejor es el contraste. Ten en cuenta el color de tu americana y de tus pantalones.