Seamos claros, ‘amigos de Facebook’ no significa ‘amigos en la realidad’. Haz recuento de cuántas personas tienes en la red social que conoces personalmente o que has visto tan sólo una vez, apostamos a que son bastantes. Son estas personas no tan cercanas las que perturban tu tabla de inicio, que muchas veces se ve mancillada con opiniones que no compartes, fotos de desayunos #fitness y ombligos y piernas que, desde ese ángulo, parecen salchichas tomando el sol. Peticiones de firmas para cualquier causa en Change.org, imágenes con frases motivacionales y personas intentando demostrar que sus conocimientos políticos son sobresalientes. Cosas que a ti te importan un carajo y que son dignas de unfriendar.
Hace algo más de un año, la Universidad de Colorado (EE.UU) quiso saber cuáles eran las razones principales por las que eliminamos a gente de nuestro Facebook. Por ello elaboró dos estudios que estudian 1. a quién y porqué eliminamos y 2. el impacto emocional que esto causa.
¿A quién y por qué los eliminamos?
La primera investigación esclareció que los primeros en dejar de seguirte serán tus compañeros de instituto, después, los amigos de amigos, luego los conocidos del trabajo y, por último, esos amigos con los que compartes solo ciertos intereses.
Las razones son más que obvias. Cristóbal Sibona, coautor del estudio, explicó que “se bloquea a aquellos contactos con los que se discrepa en temas como la religión o la política”, asegurando que “estos suelen ser aquellos compañeros del pasado”. No es de extrañar sabiendo que cada uno ha tomado distintos caminos que les ha llevado a vivir distintas experiencias y crear opiniones diferentes. En cuanto a los compañeros de trabajo, según el estudio, muchos deciden eliminarlos por “alguna acción del mundo real” y no tanto por comentarios que uno cree fuera de lugar.
¿Cuál es la reacción de los eliminados?
Esto fue materia de la segunda investigación, donde se encontró que las emociones de los ‘amigos’ eliminados eran múltiples. A pesar de ello, se pueden agrupar en sentimientos de tristeza, sorpresa, indiferencia e incluso diversión.
La más común resultó ser la de sorpresa, seguido de aquellas personas que se sintieron molestas por el hecho. El siguiente grupo es el que encuentra el acto como ‘divertido’ y, por último, aquellos que se sintieron realmente dolidos. Respecto a estos últimos, Sibona asegura que suele suceder “si consideras a aquellos que te han bloqueado como mejores que tú”.