Ha acabado el desfile de Maya Hansen, pero nadie se mueve, las luces están apagadas y todos esperamos con ansia. Deseamos contemplar de nuevo, en otra colección, la vivacidad y el atrevimiento de María Escoté, quien parece no tenerle miedo a nada.
Al aparecer el primer look, queda claro en qué se ha basado la colección. Un claro aire oriental está presente en ella: estampados de dragones, kimonos de vibrantes colores y sombreros de ala ancha, a juego con las prendas. Todo combinado con las zapatillas de la marca Converse.
Vestidos lenceros que parecen camisones, jerséis de punto, petos vaqueros y monos rosa chicle. Colores fuertes, sobrios y suaves. Estampados de flores, serpientes y monos. La variedad del desfile es enorme, todo parece estar permitido.
La colección es menos atrevida que otras veces, ahora la diseñadora propone prendas anchas, no tan ceñidas como las de otras ocasiones, en las que era fácil preguntarse cómo alguien podía respirar dentro de ellas, es una colección para todos los públicos.