Al apagarse las luces nadie espera que cuatro jóvenes patinadoras vestidas a la última sean quienes vayan a aparecer, pero lo hacen. Visten top y pantalones cortos y combinan el negro con colores llamativos, como el amarillo y el morado. La palabra ROLLER luce en sus tops, y es que esa es la temática principal de la colección. Al cabo de un rato parece que todo el desfile va a ser así, pero, de pronto, las chicas desaparecen y las verdaderas modelos comienzan a salir.
Estamos ante una explosión de conceptos. Queda al descubierto una mujer deportista con aires de mujer fatal, sexy y atractiva. Por lo general, los corsés son atrevidos. Algunos tienen aperturas peligrosas, y otros están rodeados de pequeñas estructuras que exageran la curvatura de la mujer. Y es que todo el desfile persigue que quien sea el protagonista, sea el cuerpo de la mujer.
Todas las modelos llevan deportivas, detalle en el que continúa estando siempre presente la temática deportiva, y algunas incluso aparecen con protectores faciales. El desfile continúa en esta dirección hasta que, de pronto, unas princesas con corsés brillantes y tacones de aguja aparecen y deslumbran.
La colección toma un sentido distinto, nos hace un recorrido por las distintas formas de ser de la mujer, desde el carácter fuerte y deportista, hasta la diva glamurosa y sexy que hay dentro de cualquiera de nosotras.
Cuando parece que las sorpresas han acabado, una elegante patinadora convertida en cisne llega para dejarnos a todos boquiabiertos, recorre varias veces la pasarela haciendo una demostración de ballet y, al cabo, desaparece.
Acaba el desfile y los pensamientos de la gente están divididos entre tal cantidad de cosas que acaban de suceder.