Porque yo me lo propuse y así fui. Estilismos que parecen apropiados antes de salir de casa y que cuando llegas a la alfombra roja, todo son arrepentimientos. O igual no. Combinaciones demasiado arriesgadas, diseños aburridos o escotes que son ‘demasiado escote’. Elecciones que hay que defender como sea, con carácter y actitud. Y de eso en los Goya sí que tenemos. Y mucho.
Esta 31 edición de los premios hemos podido ver auténticos pasteles andantes, brillos con aperturas laterales y escote (sí, todo junto), y vestidos que, de correctos son aburridos. Moda española en su mayoría con la que algunas actrices no han sabido acertar. Este año, no pueden llevarse el aprobado.