Juan Vidal era el primero en desfilar en esta nueva edición de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid (MBFWM) con una propuesta guiada por una Belle Marie que nos invitaba a pasar a la intimidad de su alcoba para hipnotizarnos con su delicadeza.
Una estética que nos traslada a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, un complejo y agitado momento en el que lo nuevo convivía con lo pasado y las propuestas rupturistas inundaban todas las artes. La sociedad estaba en crisis y los movimientos vanguardistas abandonan la imitación de la naturaleza y se centran en un lenguaje basado en los colores y las formas. Diminutas flores estampadas dan paso a rombos y triángulos en vestidos fluidos que se quedan muy cerca de la estética lencera.
Entramos en un mundo imaginario, decadente y contemporáneo, en el que Marie se ha quedado atrapada. Con un cigarrillo en la mano, espera ansiosa que alguien venga a visitarla. Su estilo, cargado de simbolismo, es puro refinamiento y elegancia. Pero le gusta jugar con los cortes y las transparencias, dejando siempre que puede, su espalda al aire. Ella seduce con amplios vestidos de corte al bies con plumas y delicadas cintas, en chiffón de seda orgánica y lanas de alta calidad. Abrigos densos para cubrir un cuerpo frágil con cierta esencia oriental, gracias a ricos materiales tejidos con hilo de color de oro.
La Belle Marie Qui Fume utiliza el negro como base de su armario, pero le suma el mostaza, el verde y el dorado para mantener ese trasfondo escapista que la mantiene viva. Plumas y cintas decoran sus propuestas y se quedan para rematar el final de todas las prendas. Como el abrigo negro que le regala el diseñador, con miles de florecitas contoneándose en su cuerpo, como si se le erizase la piel solo con intuir que la observamos.
Un viaje al interior más femenino en el que la literatura se dibuja y se hace colección para el próximo Otoño-Invierno. Tonos tierras muy apagados y botas altas con finísimos tacones para una Marie que se viste con un collage de materiales que enriquecen un mundo irreal que nos hace pensar que lo que estamos viendo existe. Y sí, existe.
Puedes escuchar lo que pasa en la MBFWM aquí.