La mujer para la que diseña Hannibal Laguna es siempre sexy pero, en esta ocasión, su colección está inspirada en el ballet, la primavera y el mar, logrando un efecto romántico gracias al cual los vestidos parecen flotar sobre la pasarela.
Al ritmo de una música de banda sonora cinematográfica, las modelos salían a la pasarela peinadas con moños en redecilla que les daban un aire a bailarinas de ballet y mostraban sus cuellos de cisne.
La colección que el diseñador presentada en la Madrid Fashion Week, busca la internacionalización, apostando por tejidos vaporosos para lucir en países de clima cálido. Vestidos largos y de cóctel, en satén con estampados florales y gasas que parecen levitar. En la paleta cromática, dorado, azul y grises o platas que dan nombre a la colección, Silver Spring, y pinceladas de coral, verde y rosa.
Los vestidos lisos, en malva y en rosa cuarzo, se ajustan al cuerpo como una segunda piel, que sólo se separa de él en la pequeña cola que los remata. La pedrería decora cuellos y escotes en formas diferentes y nuevas, y las transparencias y rejillas cubren los corpiños, por los que en algunos modelos trepan algas brillantes bordadas.
Un impresionante vestido en un tono dorado (que el diseñador y su equipo bautizan como "solar"), con bordados verticales en guipur y gran lazada a la espalda, espera a la mujer que quiera pisar la alfombra roja, con paso firme, subida a las sandalias atadas con lazadas y, en la mano, la nueva colección de bolsos de mano del diseñador.