Aires de cambio e ilusión por un futuro mejor es el mensaje que la firma de moda íntima Andrés Sardá ha querido transmitir esta mañana con la presentación de su nueva colección otoño-invierno. Con Victoria Abril como invitada de honor -la actriz ha abierto y cerrado el desfile-, y con una puesta en escena espectacular, la firma catalana se ha inspirado en las mujeres de la revolución francesa para dar forma a una colección llena de energía, osada y, como siempre, muy sensual.
Con un desfile inspirado en cuatro partes, Nuria Sardá que lleva al frente de la firma desde 2008, ha empezado su presentación con un discreto homenaje al pueblo. Partiendo con los diseños más sencillos de su propuesta, la diseñadora nos propone creaciones con materiales simples como el popelín (en camisas y pantalones), antes y rafia, que se combinan a la perfección con bustiers, mangas de tul, volantes y flocados. Conjuntos en tonos verdes, chocolates y borgoñas que representan formas muy sensuales pero perfectas para el día a día.
A continuación, y sonando la canción ‘Run the world’ (Girls) de Beyoncé, Sardá ha sacado al escenario a un verdadero ejército de mujeres poderosas. Con diseños de una clara inspiración militar, la lencería se viste de azul y burdeos creando looks de una gran estética guerrera gracias a la fuerza de sus complementos: botas altas de piel blanca, imponentes sombreros e insignias militares de época. Y, lo más importante, una actitud seductora y firme que ha quedado muy patente sobre la pasarela. Dejándose llevar por el ritmo de la música, las maniquíes han sacado a pasear su lado más ‘hot’.
Y tras la revolución, llega la elegancia burguesa. En un intento de despertar el espíritu de fiesta de la época y los aires de sofisticación de la nobleza, en la tercera parte del desfile la seducción ha sido la clave. Tomando los tonos pastel como protagonistas y punto de partida -en concreto vemos una fuerte predominación de tonos rosados y maquillajes-, destacan las transparencias y el evocador volumen de la organza de seda. Diseños en los que claramente se refleja la opulencia de la época a través de la calidad de los tejidos. Sedas de origen francés, estampados italianos y pequeñas aplicaciones de Swarosky ponen el punto de lujo al lado más íntimo de la moda.
Para finalizar, y como si nos encontráramos en una película de época, un ejercito de 'Maria Antonietas' con pelucas, labios marcados y pieles pálidas, nos presentan las propuestas de la colección más complejas y elaboradas de la firma. A través de una sofisticada mezcla de colores intensos -rojo, azul y negro- y volúmenes entre los que destacan miriñaques en latón dorado, la catalana combina con maestría tules flocados, rasos de seda y encajes de chantilly.
En definitiva, una colección que, siguiendo la filosofía de la firma, se centra en hacer sentir a la mujer bella, segura y, lo más importante, siempre a gusto consigo misma.
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